miércoles, 21 de marzo de 2018

CABILDO Nº17/3º-MIRANDO PASAR LOS HECHOS-VINIERON PARA ROBAR por Víctor Eduardo Ordóñez


MIRANDO PASAR LOS HECHOS

por Víctor Eduardo ORDÓÑEZ

VINIERON PARA ROBAR


 ES tal la decadencia argentina que pareciera que no se pueden evitar los papelones en las altas esferas. Menem, por ejemplo, impedido de acceder a la luz pública por culpa de una enojosa resolución judicial, debe valerse de su segunda mujer -persona de su misma estirpe, farandulera, vacua y casquivana-para mantener un mínimo de imagen. Como tampoco puede convocar multitudes (que no tiene), esta actual compañera de ruta reunió a sus contados seguidores en un restaurante de nuevos ricos en Puerto Madero donde los aleccionó con palabras presuntamente pronunciadas por su marido (en realidad, fueron recortadas aquí y allá por sus escribas) y dibujando el perfil de un hombre ubicado entre el santo y el héroe. 


Luego se dirigió a tierra más segura, La Rioja, donde reunió, gracias a que aun dispone de una cierta estructura, a un mayor número de gente que también recibió una desconocida sabiduría del ex presidente con citas intercaladas desde San Agustín hasta Nietzsche; la farsa llegó más lejos porque a la señorita Bolocco se la disfrazó con un cuidado estilo Eva Perón con el obvio propósito de mezclar en el inconsciente colectivo ambas figuras y, en especial, las del propio Perón y Menem acercando y poniendo en paralelo sus infortunios y tropiezos. Es el postrer intento de usufructuar al fundador, el manotón de ahogado a la espera que los tribunales decidan su suerte por delitos comunes.

EL POBRE "CHUPETE

de la Rúa. por su parte, tampoco se priva de sus furcios y resbalones; hombre poco hábil para moverse -menos en este tiempo en que se requiere para ser político la plasticidad de un cómico de la legua- decidió para rescatar su figura de las honduras del desprestigio y, peor aun, del ridículo, declararse pobre al punto de tener que pedir dinero a sus amigos; tanta es su honestidad emparentada en línea directa, según se nos quiere convencer, con la de Elpidio González! Nadie, por supuesto, le creyó y muchos se mostraron molestos por este nuevo intento de tomadura de pelo de parte del presidente y de sus asesores. Es lástima que nos haya tocado un presidente así; tal vez la clase política no pueda proporcionarnos otro mejor. Pero en una época en que nos estamos empezando a avergonzar de nuestra medianía y a asustarnos de nuestra incapacidad para superar una crisis que es total, la presencia de un hombre mediocre que se comporta como una caricatura de sí mismo, es francamente desalentadora y no es una invitación a mejorar.

DE TAL PALO...

  Cañero el Joven, nombrado Ministro por su posición dentro de una izquierda que tentada por las mides del poder no se decide a volver a su espíritu transgresor, se animó, no obstante, a desairar a su jefe y comprándolo. se trasladó a Salta pata negociar con los muchos de ellos pide terroristas. Negoció de igual a igual con delincuentes buscadas por la policía, los entusiasmó en su lucha y los alentó en su comportamiento penal luego volvió con el hecho consumado como niño travieso que, desafiante, comparece ante el padre que lo perdona porque este padre consiente y consensúa todo. Repite así la actuación de aquella clase partidocrática -que no ha variado mucho, excepto por la acción de nuestra hermana, la muerte- que entreabrió la puerta de la legitimidad primero y de la legalidad después a la subversión.

Las palabras de Balbín -"la violencia de arriba justifica la violencia de abajo"- resonaron en Cafafayate y en la Capital y seguirán extendiéndose -melifluas y equívocas- como un reguero de pólvora que no tardará en arder y en explotar.

MALA "JUEZA"

A este propósito, la muy flexible jueza Servini de Cubría -siempre impoluta en su personaje de funcionaria políticamente correcta astada a la disciplina que le viene de la era menemista- ordenó la detención del, a pesar de todo, capitán Alfredo Astiz, en cumplimiento de un pedido de no se sabe qué colega italiano; a la magistrada le constaba que el procedimiento es irregular y antijurídico y a solicitud jurídicamente aberrante y sin embargo, se comportó como lo que es, una oficialista imperturbable para lo que guste mandar, accediendo a lo que no corresponde por derecho. No paró mientes en el hecho de que su actitud conformista, si bien satisface a los apetitos de una izquierda rabiosa -que ella no se atreve a desoír- coloca una bomba de tiempo en la base del orden legal argentino. Un supuesto delito que se habría cometido por un argentino en territorio argentino sobre ciudadanos también argentinos, no autoriza su enjuiciamiento ante un tribunal extranjero, ni siquiera a la luz de los ecuménicos y equívocos pactos que el país firmó permitiendo la introducción de un hasta ahora desconocido derecho transnacional surgido de los foros levantados en Europa por la socialdemocracia. Servini de Cubría -que parece no llevarse bien con el uniforme que supo portar su marido- hizo más de lo que se pidió, en ejercicio de esa euforia que suele atacar a los conversos y ordenó la detención innecesaria del capitán Astiz incurriendo en prejuzgamiento y aun en prevaricato. Es una mujer muy jugada con el poder de turno al que siempre respetó y obedeció (lo que es una condición indispensable para trabaja en el fuero federal). Se está ante un nuevo abuso y una nueva declinación del poder judicial, aunque el gobierno con todo acierto no avaló a esta mala jueza.

CARICATURAS

Por su parte el vengativo Alfonsín -en tardía y postrer vindicta a lo que le hizo Cavallo cuando en 1989 bloqueó su gobierno disuadiendo a los prestamistas e inversores extranjeros para que no trajeran capitales al país, con lo que consiguió que en febrero de ese año le estallara el dólar, perdiera las elecciones y tuviera que irse precipitadamente- mientras parloteaba en Lisboa con sus entrañables correligionarios socialistas del resto del mundo, instruyó a uno de sus principales operadores, el gobernador del Chaco, Rozas, para que disparara sobre el menos correligionario De la Rúa y, por elevación, contra su ministro Cavallo. Preguntado el funcionario provincial si el presidente había renunciado o pensaba hacerlo contestó con calculada elusión que el primer magistrado estaba desbordado por las circunstancias.

Ruckauf no se mostró menos decidido al momento de echar leña al fuego y se preguntó en público (interrogante que viene atenazando desde antes de su asunción a miles de argentinos bien informados) si De la Rúa está en condiciones de seguir gobernando, supuesto que lo hubiera hecho hasta ahora.

Lo cierto es que el gobierno es tan endeble que no puede soportar siquiera una oleada de humorismo barato; una tosca caricatura televisiva y unos pocos chistes gráficos lo conmovieron hasta los tuétanos y aunque nos encontremos en una era mediática en la que casi todo en política es imagen, el extremo de sensibilidad a que llegó la actual administración ante este humor corrosivo pero simplón demuestra que detrás de su estructura partidaria -no obstante hallarse extendida por todo el país- no hay nada. Por supuesto, de la Alianza queda poquísimo, si algo queda y ello a pesar de los escasos deseos de ambas miembros de romper el disfrute del poder compartido.
¿SERÁ JUSTICIA?
El juez Urso sentenció al ex presidente Menem, a su ex cuñado Yoma, a los ex ministros González y Di Tella y al ex comandante del Ejército Balza y a otros personajes menores por los feos delitos de asociación ilícita, malversación de fondos y afines. La causa que ya lleva varios cuerpos, la sentencia que cubre más de 400 fojas, y la propia naturaleza de la misma, impiden su consideración pormenorizada pero parecería que se va haciendo justicia. Ante todo por las pruebas manejadas por el magistrado que trascendieron y que parecen indicar que en el caso se actuó con manifiesto dolo; hubo una abusiva utilización del poder (recuérdese que todo se dio en el marco de un régimen de impunidad y de prepotencia característico del menemismo), un formidable perjuicio para el Esta-do (en especial para el Ejército) y una indispensable complicidad desde los niveles más altos a los más bajos. Todo, según esta versión judicial de los hechos, ocurrió como un ordenado acople, una sinfónica distribución de funciones dirigida sino pensada por el entonces presidente apenas llegado a la función en 1989. Cada uno cumplió, por acción u omisión, con el papel que le fuera adjudicado para perpetrar este negocio millonario todavía no cuantificado. Ha caído de esta manera solo una parte de la casta política a la que cabe agregar casi unos 40 funcionarios más de la administración justicialista también procesados y algunos arrestados, lo que permite hablar de un modus operandi permanente e inalterable: Menem y su gente llegó para robar. Lo que no exime a otros integrantes del mismo estamento, por ejemplo Cavallo, firmante de los decretos secretos, que zafa por razones de Estado porque méritos propios para ser juzgado tiene. Sin embargo, no somos optimistas porque la corrupción es muy extensa y, aún que contenida acá y disimulada allá, tiende a reaparecer y a manifestarse en la primera ocasión que se presente, tal el caso de las comisiones  pagadas   innecesariamente a un grupo de bancos privilegiados para la colocación de los bonos del "megacanje".
Pero en esta situación de terror nadie se atreve a pedir cuentas con lo que la crisis crea también su propio espacio de impunidad tal como sucedió con las privatizaciones. •