miércoles, 21 de marzo de 2018

CABILDO Nº 20/3ERA.EPOCA-MIRANDO PASAR LOS HECHOS-TANGO FEROZ -Por Eduardo V. Ordoñez

  Crónica Nacional
  MIRANDO PASAR LOS HECHOS
por Víctor Eduardo ORDÓÑEZ
TANGO FEROZ
ARRÉSTEME SARGENTO
 
ES por completo sintomático, elocuente y representativo de lo que hoy es la casta política que nos gobierna (¿) lo ocurrido en Corrientes con ocasión de las elecciones del 4 de noviembre para designar su nuevo gobernador. Un acusado por la justicia -en carrera contra el tiempo- procuró recuperar el poder y con él la libertad de la que está privado por sus manejos en la municipalidad de la capital. ¿Cómo un hombre sospechado y procesado por delitos comunes puede presentarse para ocupar una vez más, aliado con quien sea, el cargo de gobernador? ¿Qué clase de sistema es éste que permite que los peores accedan al poder? ¿Qué será de una sociedad que tolera ser gobernada por una oligarquía delictiva y desvergonzada? ¿Qué se puede esperar de una clase partidocrática que no puede impedir semejante despropósito?


 No faltará quien traiga a colación el caso de Carlos Menem, también necesitado de las elecciones para recuperar su libertad porque un senador electo aunque sea suplente, no puede seguir preso. Es también otro ejemplo de corrupción profunda que pasará a la historia -y esperamos que los estudiosos futuros lo tengan bien en cuenta- como el rasgo esencial de la democracia que se practicaba en la Argentina a fines del siglo XX y comienzos del XXI: que la posteridad sepa (y aprenda) cómo es y hasta dónde puede llegar la partidocracia (ésta y cualquier otra) en su deshonor, en su vesania y en su erotismo ante el poder y ante el universo de negocios y concupiscencia que los mecanismos electorales le habilitan. Hay que volver al buen sentido -que es el retorno a la ética más elemental- antes que sea demasiado tarde que será cuando el pueblo que es víctima de los apetitos más bajos y bastardos de sus dirigentes, se conforme con un régimen perverso como si a tratara de un destino ineluctable,
 
YA SÉ QUE ESTOY PIANTAO, PIANTAO, PIANTAO...
 
Parece que fueron tantas le discordancias y despropósitos di ex canciller Di Telia en su declaración (no testimonial precisamente) ante el juez Canícoba Corral; por la causa de las armas que éste. perplejo, mandó hacerle pericías médicas para constatar su grado de lucidez; y parece tan bien que no las pasó, es decir que no tiene sus facultades mental sanas. Se podrá pensar que el canciller menemista se quiere hacer el loco o el tonto; puede que así sea pero, en todo caso y recordando su gestión sobre la base relaciones carnales y osos peluches, reconocemos  que no le costó demasiado y pudo representar su rol con todo acierto y convicción. Temblamos al solo pensar que estuvimos en mano de gente como él. ¿Estaremos en mejor ahora?

QUEMA ESAS CARTAS

La familia Macri se comporta desde hace tiempo como una mafia: tal vez se resista a recurrir a sus metodologías más características pero sus comportamientos en general la asemejan. Uno de sus miembros -para mayor irrisión con pretensiones políticas- está procesado por el delito de contrabando agravado y, posiblemente, tendrá que dilucidar sus pecados (por lo menos los económicos) en un próximo juicio oral. Por su parte el padrino Franco recayó en la osadía de pedir que el Estado le pagara sus deudas y, por las dudas, presentó al Correo que regentea en convocatoria de acreedores después de haberlo vaciado con tenaz prolijidad no pagando tampoco nunca el canon a que estaba obligado. Cierto es que puede invocar en su favor el ante-cedente que fue este mismo ministro Cavallo el que en 1982 nacionalizó la deuda privada sin prevención alguna, siendo lo único nacional que hizo y contradiciendo por única vez el feroz principio privatista que lo inspira desde su paso por las aulas de Harward. El gobierno, atenazado por sus fracasos sistemáticos, no atinó a responder ante tamaño descaro pero temblemos: en el país de los radicales de izquierda aliados con tecnócratas liberales todo, absolu-tamente todo, es posible.

GARUFA

Ya pertenecen a la rante mitológica porteña las figuras de "papa y papito" a los prepotentes servidores usufructuario del poder. Como aquí nos tratamos del folklore -que preferimos dejar para los investigadores policiales del futuro- nos limitamos a consignar que estos individuos cautamente caídos ante una cámara oculta de TV eran hombres del ex presidente Menem de infausta memoria. Este, por su parte, resultó electo senador suplente por la Rioja en previsible maniobra para recuperar su perdida libertad mientras sus más inmediatos colaboradores están cada vez más cercados por fastidiosos jueces ganados por la manía de indagar incluso a su secretario privado, truhán de lo peor de la noche que aparece comprometido, ni más ni menos, en un homicidio. La pregunta es ¿qué les pasa a los argentinos que no pueden sacarse de encima a personajes de esta laya, que deben privarse de la obligación y de la satisfacción de castigarlos y que se ven forzados por estos artilugios de la democracia a soportar en su vida pública a hampones irredentos?

MALEVAJE
 
Los radicales están más perdidos que nunca; ellos, que jamás fueron faros de iluminación, hoy se encuentran ciegos y perdidos en la oscuridad lo que no nos preocuparía mucho sino fuese porque ejercen el poder o lo que queda de él. Empezando por el presidente que no atina a dar un paso dejando transcurrir varias semanas antes de introducir modificaciones no en su política económica sino en su elenco. Estas además fueron mínimas e imperceptibles, por ejemplo nombró al sucesor del picaro e incómodo Juan R Cañero (que, como sus correligionarios de la izquierda, no se mostró apurado para retirarse y que, cuando se decidió, lo hizo nombrando a una cantidad de amigos a última hora de su gestión), un desconocido político de provincia cargado de antecedentes y sospechas judiciales y que estuvo a punto de pasar a la historia porque manejaba la camioneta en la que casi se mata Alfonsín hace poco más de un año. Por su parte la bancada de la ex Alianza terminó de despedazarse como prólogo a la fractura del propio radicalismo dividido hoy entre los críticos de De la Rúa y sus obsecuentes más notorios que comparten la ceguera y el inmutable discursismo de su jefe. Es que los partidos a la par que fueron perdiendo credibilidad están perdiendo identidad aunque ahora sólo subsisten los de izquierda en sus diversas tonalidades, algunos más transgresores y otros más acomodaticios. Moreau, por caso al igual que Terragno se rebelan no tanto contra el gobierno y su política cavallista como contra su fracaso patente del que quieren tomar distancia para seguir aprovechando el ciclo democrático en el que matan su hambre desde hace casi 20 años. Un país paralizado, una economía agónica, un gobierno esclerótico, una clase política ausente, una sociedad defraudada cubierta de los mitos con que la engañaron por décadas y generaciones... y nadie que dirija, que marque un rumbo, que sostenga una esperanza, nadie que sea capaz de mirar para atrás para recordar ni hacia delante para construir. Enanos para una tarea ciclópea, cobardes para una empresa de héroes, mezquinos para una labor de sacrificios, politicastros para un desafío de estadistas, el presente argentino es, con todo, menos negro y sórdido que su porvenir.

CHORRA

En cuanto al paquete de medidas económicas que con más espectacularidad que seriedad se presentó en sociedad (una sociedad por lo demás incrédula antes y después de los anuncios), hay que hacer notar que encierra un nuevo golpe al Estado de derecho, uno de los caballitos de batalla de la campaña de De la Rúa. Si torpe y violatoria del abc de la Constitución fue la concesión masiva de los superpoderes al Ejecutivo (en realidad a Cavallo) la aplicación de estas facultades exorbitantes concedidas al salvador de turno es aun más ilegal. Porque entre las imitaciones que los no muy prolijos legisladores habían implantado los efectos de no incurrir en el fe delito de traición a la patria con que alguna vez fueron sancionados. estaba la prohibición de reformar los códigos de fondo y la de regular en materia impositiva Pues bien, por lo menos tres códigos -nada menos que el civil, el comercial y el procesal- fueron modficados por los decretos 1384 1387, contenido y piolines del paquete. Por ejemplo la inserción clandestina del recurso del "per saltum" para permitir que la malíable Corte Suprema -herencia recibida pero bien aprovechada de la pandilla menemista intervenga de inmediato en cuanto algún ciudadano quisquilloso o simplemente perjudicado cuestionara tanta arbitrariedad. El quiebra económico se llevó por delante no sólo a la política sino al derecho. Pero nada editorializó al respecto porque e esta Argentina pobre y globalizada la persona humana como tal no interesa: hay que volver a salvar las grandes empresas deudoras ( quebradas que a su turno sabrá recompensar y Cavallo lo sabe bien) y respetar a los acreedora usureros; lo demás es estética. •