domingo, 28 de enero de 2018

VIDAL SIN MIEDOS PARA ENFRENTAR EN 2019

Por Jaime Rosemberg para La Nación

Vidal, sin miedo de enfrentar a Cristina en 2019
Comenzó a recorrer, una por una, las 135 localidades de la extensísima provincia que gobierna desde hace dos años. “A fin de año estaré de nuevo en todos los distritos, algo que sólo hizo De Narváez pero con muchos más recursos”, se ríe la gobernadora cuando comparan su esfuerzo con el del empresario y ex diputado peronista, hoy dedicado por entero a los negocios.


Mudada varios días a la semana a la sede de la casa de la provincia, en la calle Callao, María Eugenia Vidal no quiere ni que le mencionen la palabra “elección”. Mucho menos “reelección”, y menos que menos “candidatura a Presidente” para 2019. La figura más taquillera de Cambiemos se concentra en la gestión. El punto en el que, en última instancia, “se marca la diferencia que puede hacer un Gobierno, y el ítem por el que va a ser evaluado al final”, sostiene en sus conversaciones diarias.
De regreso al trabajo -reconoce algún kilito de más debido a las vacaciones con tres hijos adolescentes o en camino a serlo- y en el edificio inaugurado por Eva Perón y el entonces gobernador Domingo Mercante en 1948, dice que a la oposición peronista le toca otro rol, el de la reconstrucción. “Nosotros estamos consolidados, a ellos les toca la tarea de vertebrar una propuesta convincente”, afirma sin cargar las tintas en sus eventuales contrincantes. “Ellos también deberían estar recorriendo la provincia con su propuesta y no veo a nadie haciéndolo”, dice, filosa y desafiante.
Eso sí: de la misma manera que enfrentó, de “calentona nomás” y con la vista al piso antes de reaccionar, a los rudos integrantes del sindicato de guardavidas de Mar del Plata, también está dispuesta a enfrentarse con cualquier rival en el caso de ir por su reelección.
“¿Cristina? Y puede ser. Pero ella ya se presentó una vez”, dice, desafiante y en la intimidad, la gobernadora, confiada en su fuerza y la debilidad que hoy exhibe la ex Presidenta, acosada por denuncias judiciales y con su tropa diezmada.
Dispuesta a la batalla, se prepara para discusiones arduas con los docentes, encabezados por Roberto Baradel, secretario general de Suteba. La palabra “extorsión” aparece cuando discute la inminente negociación paritaria con los maestros, y también una reflexión. “La gente tiene cada vez menos tolerancia con la corrupción”, afirma, y dice que en su movida para que los agentes estatales estén obligados a presentar su declaración jurada de bienes “deberíamos incluir a los sindicalistas, pero como es una ley nacional no se puede hacer nada desde acá”.
Precavida, no quiere meterse en el escándalo que sacude a Jorge Triaca, ministro de Trabajo y amigo de muchos años. “Antes de hablarlo con los periodistas lo voy a hablar con él”, asegura, lacónica, por estos días. Niega roces entre el Presidente y su “mentor” político, Horacio Rodríguez Larreta. Según dicen cerca suyo, en la charla privada en Cumelén, Macri le dijo que la ciudad le parecía un “relojito” de lo bien que estaba administrada.
¿Y las caras largas de Macri y Larreta en la foto en común? “El Presidente le echó la culpa a Darío Nieto, su secretario, que fue el que sacó la foto”, dicen desde la gobernación.
De vuelta a la gestión, Vidal sostiene tres ejes para 2018: seguridad, asistencia social, obras públicas. Está más que conforme porque este año ingresarán $40.000 millones de la actualización del Fondo del Conurbano. “Y el año que viene van a ser $65.000 millones, todos para gastos de obras públicas. “Le va a servir más a la oposición que a nosotros, porque el que gane en 2019 va a poder gobernar sin pedirle nada a Macri”, la escucharon decir a la gobernadora. Que no habla de elecciones, pero que se prepara a su manera para las contiendas que se vienen.
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