domingo, 24 de diciembre de 2017

Según el coronel Pedro Baños: “La guerra es un fraude”

Según el coronel Pedro Baños: “La guerra es un fraude”

Pedro Baños, coronel del Ejército de Tierra, diplomado de Estado Mayor, experto en geopolítica

Tengo 57 años. Nací en León y vivo en Madrid. Casado y tres hijos. Cada cual debe poder decidir su destino sin molestar al prójimo. Soy liberal. Y mucho menos religioso de lo que fui tras dedicarme a estudiar en profundidad el terrorismo yihadista y comprobar la manipulación religiosa


“La guerra es un fraude”
LV | Foto: Ana Jiménez

Desmontando el poder

Ha sido jefe de Contrainteligencia y Seguridad del Cuerpo de Ejército Europeo en Estrasburgo, ha participado en misiones en Bosnia-Herzegovina y es un especialista en geopolítica, defensa, seguridad, terrorismo e inteligencia. No nos dice nada que no sepamos o intuyamos, pero lo explica, documenta y condensa de tal manera que no caben las dudas. Así se domina el mundo. Desvelando las claves del poder mundial (Ariel) va por la quinta edición, se lee de un tirón, como si fuera una novela… “Pero tristemente –aclara–, una novela que supera con mucho la ficción”. Un militar que abomina de la guerra y que sabe que la mejor manera de combatirla es mediante una sociedad bien informada que no se deje manipular.


¿La guerra es un fraude?
Sí, un fraude absoluto. A los militares se les convence de que vayan a la guerra por cuestiones de patriotismo, pero en realidad las guerras ocultan otros intereses mucho más espurios, casi siempre relacionados con intereses económicos.
Eso no nos lo cuentan.
Para que la población dé la anuencia para atacar a otro país transmiten que se va a liberar a alguien de algo. La ambición de dominio y sometimiento del prójimo es inmutable.
¿Geopoder es sinónimo de geopolítica?
Sí, países y grupos económicos poderosos que hoy ejercen un poder global. Debemos ser conscientes de la enorme influencia externa que, mediante la guerra psicológica y la desinformación, pesa sobre nuestras vidas.
¿El poder nos miente?
Lo que nos llega es una gran falsedad disfrazada de verdad. Y en su afán por perseguir la última noticia, los medios de comunicación olvidan profundizar en los porqués y los para qué. Si no entendemos cómo funciona el mundo, no podremos impulsar un mundo mejor, ni desenmascarar atrocidades como las de Siria.
¿Nuestros políticos deciden algo?
La manera en que está planteada la alternancia política lo dificulta. Y Europa va retrocediendo en su capacidad de influencia mundial: nos estamos convirtiendo en títeres de los demás.
¿El mundo es como el patio del colegio?
Idéntico. Al jefe, EE.UU., le han salido dos contrincantes: una Rusia renovada y China, y cada uno intenta que los niños menos capacitados se unan a ellos. China está intentando robar a EE.UU. su influencia histórica sobre Filipinas.
Algunos no quieren ser de nadie.
Sí, y se llevan todas las bofetadas o son objeto de todas las burlas, como Corea del Norte.
¿La hipocresía rige la geopolítica?
Sí, las alianzas son siempre circunstanciales. Lo vemos dentro de la propia UE.
Los estados que defienden la paz son los más armados.
Los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU son los que poseen y venden más armas del mundo, cierto. El problema del armamento es que se termina usando, lo vemos continuamente. Todo ese armamento que Arabia Saudí compró compulsivamente lo está usando de forma tremenda en Yemen.
No lo entiendo, da mucha pena.
Si no entendemos cómo estos poderosos nos están sugestionando para que seamos pasivos ante el poder que ejercen sobre nosotros, estamos perdidos.
Cierto.
No es aceptable cómo retuercen el derecho internacional para su beneficio. Lo aplican de manera estricta a los demás, pero ellos no cumplen, como es el caso de Israel y EE.UU.
¿Es posible un control de la violencia?
Hay que formar en el humanismo y huir de las sociedades tecnificadas, que son mucho más manejables. Si seguimos aceptando que el dinero del mundo se concentre en cinco familias y no establecemos mayor igualdad interestatal y entre países, vamos a tener gravísimos problemas de inmigración. Estamos sólo al comienzo.
Usted lo ha dicho: manda el dinero.
Quien controla el dinero controla el mundo. El mundo anglosajón controla los paraísos fiscales, todos los territorios extrainsulares del Reino Unido lo son. Pero este problema no lo van a solucionar las élites, lo tienen que solucionar los ciudadanos.
¿Cómo?
Es posible que deba surgir un nuevo partido político universal que de verdad lleve a cabo un derecho internacional exigible de acuerdo al mandato de los ciudadanos.
Es una utopía.
¿No lo era también hace pocos años que las mujeres votaran o que los obreros en Europa tuvieran derechos laborales?
Vivimos en guerra económica.
Sí, permanente, y hoy la está ganando China, que produce diez veces más barato. Todo lo que dice Trump a su manera esperpéntica tiene un trasfondo económico.
¿No está tan loco?
Si así fuera, ya no estaría en el poder. Les dice a sus empresas: no te deslocalices, vamos a inventar tecnología que se va a quedar en casa.
¿Y si priorizáramos la felicidad?
Sí, hay que priorizar otro mensaje, somos presa del “si no tienes una serie de bienes materiales eres un desgraciado”, y ese mensaje llega a todos los rincones del planeta.
¿No hay ética que valga?
En las relaciones internacionales no, es lo más despiadado que existe.
¿La diplomacia ya no existe?
Ojalá pudiéramos resolver los conflictos a base de buena diplomacia respaldada por la ética y no por la fuerza; y que no estuviera politizada, a las órdenes del gobierno de turno. Lo mismo ocurre con la justicia.
La patada a la escalera, ¿otra estrategia inmortal?
Eso es el club nuclear. ¿Cuál es la justificación real para que otro país soberano no pueda tener armas nucleares? Y son los mismos que dominan el banco mundial.
El futuro militar ¿estará en manos de empresas privadas?
Esas compañías también están controladas por los que controlan los paraísos fiscales, y han impedido a la ONU una normativa universal.