miércoles, 25 de octubre de 2017

LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ

LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ



Nuevas estadísticas: La Nueva Iglesia está desapareciendo a un ritmo acelerado. La han abandonado 30,000,000 [en USA]. Los matrimonios han bajado más de la mitad en los últimos 25 años
De: Los padres de TRADITIO
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Nuevas estadísticas muestran que ahora, unos cincuenta años después del concilio Vaticano II, la Nueva Iglesia está muriéndose con la mayoría de las órdenes religiosas muertas y los hospitales moribundos. Los mismos que solían ser administrados por monjas dedicadas ahora han sido vendidos a fábricas de abortos y las escuelas que antes eran dirigidas por dedicados monjas y hermanos para convertirse en escuelas seculares con el título de  “católicos” de tapadera.


Cuando la Nueva Iglesia se estableció en 1964, en el apogeo del Anti-concilio Vaticano II, sustituyendo como “Iglesia institucional” a la Iglesia Católica, a los nuevos fieles les parecía que el cielo era el límite. Iban a poder inyectar su herejía modernista en cada rincón de la Iglesia. El falso ecumenismo (“todas las religiones son lo mismo”, “todos adoramos al mismo dios”) iba a tomar el poder, y los protestantes se harían católicos
Pero sólo ocho años después, el NeoPapa Pablo  VI-Montini, que había promulgado cada uno de los dieciséis documentos del Anti-concilio, había perdido todas sus esperanzas y se había convertido en un profeta de calamidades. Sus palabras, que nunca se escucharán  citadas por la Nueva Iglesia, son absolutamente inequívocas:
Tenemos la impresión de que a través de algunas grietas del muro, el humo de Satanás (fumus Satanae ) ha entrado en el templo de Dios: es tiempo de dudas, incertidumbres, cuestionamiento, insatisfacción, confrontación … Pensábamos que después del Concilio amanecería un día de sol en la historia de la Iglesia. Lo que vino en cambio, fue un día de nubes y tormentas, de oscuridad, de búsqueda e incertidumbres. (29 de junio de 1972, Sermón durante la misa de los Santos Pedro y Pablo, con motivo del noveno aniversario de su coronación)
Ahora, solo cincuenta años después, la Nueva Iglesia está agonizando. Los Nuevos Papas están inmersos en la inmundicia moral con su reputación empañada por el Gran Holocausto de Sexo y Malversación de la Nueva Iglesia. El ecumenismo está muerto, excepto en la medida en que la Nueva Iglesia se ha vuelto abiertamente protestante. La mayoría de las órdenes religiosas están muertas o moribundas. Solo unas pocos de las grandes apenas sobreviven, pero solo en la forma Novus Ordo. Los hospitales que solían ser administrados por dedicadas monjas ahora han sido vendidos a las fábricas laicas de abortos. Las escuelas que solían estar administradas por monjas y hermanos con una dedicación similar ahora han sido abandonadas para convertirse en escuelas laicas con el título de  “católico” de tapadera

En 1990, 10,000,000 de personas en los Estados Unidos, por poner un ejemplo, se describían a sí mismos como “antiguos” católicos [habían abandonado la Iglesia]en el propio Centro de Investigación Aplicada del Apostolado de la Iglesia. Ese número, 25 años después, ha aumentado 300 por ciento a más de 30,000,000 de personas, una cifra que es la mitad de la población actual de los nuevos fieles. Mientras tanto, el medio más importante para traer nuevas almas a la Iglesia, el matrimonio, ha disminuido de 326,079 bodas en la Nueva Iglesia, en 1990 a solo 145,916 en 2016, una caída del 56 por ciento en tan solo 25 años
[Parte de la información de este Comentario fue aportada por la revista Neojesuita América]
Verdaderos católicos, la única cosa que apuntala a la Nueva Iglesia es la engañosa máquina de propaganda del Neovaticano y de los católicos vendidos como Bernie Fellay, de la Neo- FSPX y los fieles Neocones que crítican en sus revistas  al Novus Ordo, pero diligentemente entran en los templos de la Nueva Iglesia y echan monedas en los cepillos para que entren en la maquinaria de blanqueo de capitales de la Nueva Iglesia. Pero nosotros los católicos tradicionales somos ROMANOS. Somos realistas como los grandes romanos que construyeron nuestra civilización occidental y sabían cómo mantenerla activa  en la ciencia, la ingeniería, el derecho, la medicina, el gobierno y la infraestructura que han perdurado hasta el día de hoy, y durarán otros 2000 años, mucho después de que desaparezca la Nueva Iglesia caīda en el polvo como una anomalía [histórica] de corta duración.