domingo, 15 de enero de 2017

EL CANALLA-Por Nicolás Marquez-CAPITULO X-El Ministro Guevara


Capítulo
 El ministro Guevara

Entre el delirio y la escasez

 El ministro Guevara, eufórico en su nuevo papel deliraba vaticinando al diario Revolución en febrero de 1961 (profecía que por supuesto nunca se cumplió): "Elpróximo quinquenio será el de la industrialización de Cuba... Queremos montar, en forma paralela, una industria ligera y una industria pesada. La primera será producto de nuestro esfuerzo; la segunda, la creare­mos gracias a los créditos y las ayudas de los países socialistas... minas, siderurgia, petróleo y altos hornos... La industrialización es uno de los gran­des objetivos del gobierno revolucionario".1
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Guevara tenía a su disposición el manejo de un aparato burocrático de dimensiones descomunales: toda ¡a industria azucarera, las compañías telefó­nicas y eléctricas, la minería, la industria ligera; más de I50 mil personas y 287 empresas en total, incluyendo fábricas de chocolate y de bebidas alcohólicas, imprentas y constructoras.2
¿Cuál fue el equipo de profesionales designados por Guevara para administrar tamaña estructura? Pues su soberbia le impedía comandar un ministerio con subordinados y asistentes que sabían mucho más que él. En consecuencia, la primera medida de Guevara fue nombrar a 200 jóvenes inexpertos de entre 15 y 20 años al frente de cada industria estatal. El colaborador más confidentes durante los casi cinco años que el argentino estuvo al frente del ministerio, Enrique Oltuski, recuerda: "No te quieras imaginar, cuando llegué al Departamento de Industrialización, con el caos que me encontré, en medio de un grupo de jóvenes inexpertos que administraban desde un ingenio azucarero a una fábrica de zapatos "2
Esta praxis, la de rodearse de ignorantes o gente incapacitada, ya había sido adoptada por el Che en épocas en que comandaba el Banco Nacional de
Cuba. La aplicó luego como ministro y en el piano personal o afectivo, parece haber mantenido una posición similar. De hecho, mientras en su juventud acabó rechazando a la aristocrática Chichina Ferreyra y sólo mantenía relaciones fugaces con sirvientas; su primera esposa, como fuera dicho era una peruana denostada por el Che por sus rasgos. Esta actitud, no sólo era abrazada por Guevara en sus relaciones afectivas o funciones burocráticas, sino tam¬bién cuando obraba de guerrillero. Anotará Sebreli que el Che "Elegía para su misión a adolescentes, porque según decía: 'Los jóvenes eran más locos, se arriesgaban más, no pensaban mucho'. Él mismo, al fin, era un eterno adolescente".*
La baja calidad de su staff ministerial sería compensada, según creía el Che, con la enorme voluntad que él suponía que tenían sus hombres, a lo que debe agregarse la ayuda de los soviéticos, puesto que en diciembre de 1960 estos últimos anunciaron la instalación en Cuba de más de cien fábri¬cas, con la promesa de incrementar la producción de acero de cuarenta mil a doscientas mil toneladas anuales y anunciaron la búsqueda de yacimien¬tos de petróleo y de hierro.5 Desde entonces y más allá de algunas oscilaciones con la URSS, Cuba se transformó en el país dependiente y subsidia¬do por antonomasia por más de tres décadas. En los últimos tiempos los subsidios de la descuartizada y desaparecida Unión Soviética fueron de alguna manera reemplazados por los petrodólares enviados por Hugo Chávez, verdugo oficial de Venezuela.
Si bien el objetivo del ministro Guevara tenía como prioridad fabricar el "hombre nuevo", advirtió que antes debería resolver otros asuntos no tan ambiciosos. Efectivamente, el Che empezó a sentir preocupación por los magros resultados que ya arrojaba su incipiente gestión y en las jomadas del 26 y 27 de agosto de 1961, en el gran teatro Chaplin de La Habana, tres mil quinientos responsables se reunieron para analizar el estado de la producción y allí el Che confesó: "En cuanto a la calidad de lo que se fabrica a 'la cubana', deja mucho que desear. El dentífrico endurece tan de prisa que debe utilizarse inmediatamente; la cocacola se parece a jarabe para la tos y, cuando hay con qué llenarlas, faltan botellas para la cerveza y las gaseosas, que tienen además un sabor muy extraño"6. Anota Kalfon que "La que Guevara no dice, aunque haya abordado el tema en otras ocasiones, es que... No fueron detenidos sólo los opositores, reales o supuestos, sino también muchos independientes que habían participado incluso en la resistencia contra Batista sin aceptar por ello la verdad comunista. Algunos permanecerán encarcelados durante años. Miles de ellos, traumatizados, perdidos para la revolución, se apresuraron a abandonar el país; muchos son técnicos, ingenieros, médicos, educadores, etc. La previsible fuga de cerebros"7
 ¿Cuáles fueron los resultados de sus cinco años de gestión? Castañeda por su parte documenta algunos de los tantos "logros" del ministro Guevara rescatando tos siguientes datos: "Entre 1961 y 1963 disminuyó 14% la superficie cosechada, 42% la molienda, y 33% el rendimiento por hectárea. En 1961, debido a la inercia y al corte prematuro, la zafra alcanzó la cifra récord de 6,8 millones de toneladas; en 1962, cayó a 4,8 millones, y en 1963 a 3,8 millones... En 1961 y 1962, según estimaciones de agrónomos favorables al régimen, la mitad de la cosecha de frutas y verduras se quedó en rama o sin levantar... Para marzo de 1962, Fidel Castro se ve obligado a decretar el racionamiento de una gran variedad de productos de primera necesidad: arroz, frijoles, huevos, leche, pescado, pollo, carne de res, aceite, pasta de dientes y detergentes".8 Respecto a la citada caída de la zafra, los datos de 1963 fueron los más bajos de los últimos 30 años.9  Lazo, por su parte, nos informa que bajo la administración del Che se produce "un acelerado declive a un ritmo del 15 al 20 por ciento anual. La productividad por obrero industrial se redujo en un 23 por ciento en un solo año (1962-1963)".10 En otros rubros vitales, como la fabricación de calzado, Carlos Franqui nos ilustra diciendo que el plan trazado por Guevara arrojó resultados tan calamitosos que fue "preciso enviar los zapatos gastados a la capital provincial para cambiarles las suelas, y tardan un mes en volver si no se pierden por el camino"11.
El desabastecimiento socialista llegó a tal punto, que al terminar Guevara su "administración" en Cuba "ya no había mantequilla disponible, ni podían adquirirse pollos o pescado. Excepto para los niños y ancianos, la leche solamente podía comprarse con receta médica. El café estaba restringido a 50 gramos por semana, y el arroz, fundamental en la dieta cubana, a 1200 gramos, es decir, a doce tazas por mes v persona... la carne se asigna con extremada parquedad: algo más de 100 gramos a la semana -lo que los norteamericanos consumen en una sola hamburguesa-. La ración semanal de frijoles es de 200 gramos, y cada persona recibe medio kilo de papas a la semana. Incluso la vulgar malanga, parecida a la papa, y que en un tiempo se daba de ñapa, está ahora racionada. A primeros de 1968 el régimen comenzó a racionar el pan. Las colas empezaban a formarse ante las tiendas de comestibles a las 4 de la madrugada, horas antes de la apertura, y frecuentemente las existencias se agotaban antes de la hora de cerrar, a las seis de la tarde".12
Para clarificar los datos, veamos a continuación los siguientes cuadros que dan cuenta de las hazañas de nuestro ministro estrella:
En el Ministerio de Producción, Guevara se recibió de "Licenciado en escasez"13
De los rubros de la producción en los que Guevara se propuso objetivos y metas a alcanzar, fracasó y en absolutamente todos, los números decrecieron. Repasemos los antecedentes, que datan de diciembre de 1963 (medidos en millones de pesos)14:

INDUSTRIA    PREVISIONES    RESULTADOS    DIFERENCIA
Química    4945    420 ,2    743
Azucarera    401,2    348,1    53,1
Textiles y Cueros    309,7    256,4    533
Alimentación    361    330    31
Metalúrgica    117,1    77    40,1
Energética    289,6    262,7    26,9
Petrolera    206^    179    27,2
Extractiva    92,3    66,1    262
En áreas vitales como el de la alimentación, Guevara iba sin dudas cami¬no a crear un hombre nuevo: "el desnutrido".

PRODUCCIÓN AGROPECUARIA 15
(ea miles de toneladas)
PRODUCTOS
AÑO    Café    Tabaco    Patatas    Arroz    Carne (bney)
1958    36,1    52,8    125    1812    1535
1960    34.9    522    104    140    170
1962    28    40    15    95,4    100

En lo que sí Guevara tuvo resultados estupendos, fue en su combate a capa y espada contra la vilipendiada "sociedad de consumo", pelea que ganó de manera rotunda:

PRODUCTO 16
AÑO    Materias grasas    Arroz    Legumbres/ Frutos agrios    Carnes    Aves    Mantequilla    Leche
1958                          
(Consumo    0,75 Ibs.    25lbs.    224 gis.    7 Ibs.    15 Ibs    15oz.    0,75 Its.
medio libre)                          
1962                          
(Raciones    05 Ibs.    15 Ibs    172 grs.    55 Ibs.    051bs.    05 oz.    02 Its.
concedidas)                          
¿Qué hacer ante tamaño malogro? Una medida sensata hubiese sido rectificar el rumbo a tiempo, algo impensable para un fanático intransigente. Es por ello que Guevara echaba culpas a los cubanos por su falta de voluntad y por su propensión a la pereza. Para combatir tales debilidades (que obviamente no encajaban en la concepción del "hombre nuevo"), el Che incurrió en un durísimo régimen disciplinario de connotaciones esclavizantes, pretendiendo que sus inexpertos funcionarios del ministerio se convirtieran en reguladas piezas de un perfecto mecanismo de relojería. Para tal fin, el ministro sostenía que se debía llevar adelante una reconversión psicológica del ser humano. Y en desopilantes arengas exhortaba los pobres cubanos a "ser un buen comunista" instigándolos a "Hacer horas suplementarias, servir de ejemplo, pasar su tiempo libre estudiando, realizar el domingo trabajos voluntarios, olvidar cualquier vanidad, pensar sólo en trabajar, participar en todos los movimientos de masas, etc...".17 En síntesis, a anularse a sí mismos y a todo proyecto de vida individual para devenir en una anónima pieza de la impersonal maquinaria estatal. Guevara sostenía que el desastre económico que estaba padeciendo su gestión no era culpa del socialismo en general o de su evidente falta de idoneidad en su área en particular, sino que seguía fantaseando con que el fracaso obedecía a la "falta de entusiasmo" del pueblo y al respecto argumentaba: "Relacionado con el problema del entusiasmo, de la falta de entusiasmo, de la necesidad de avivar el entusiasmo revolucionario, existe el campo de la emulación. Nosotros hemos dejado caer totalmente ¡a emulación. Se ha dormido totalmente, hay que despenarla abruptamente. La emulación tiene que ser la base que mueva constantemente a la masa y debe de haber gente que esté pensando constantemente en la forma de avivarla" y agrega "Cuba es el primer país socialista de América, ¡a vanguardia de América, y no hay malanga, no hay yuca y no hay lo demos; y aquí (en La Habana) el racionamiento es más o menos, pero vaya usted a Santiago y la carne son cuatro onzas por semana; que todo falta y que hay plátanos nada más y que la manteca es la mitad; que todo en La Habana es el doble. Todas esas cosas son difíciles de explicar y lo tenemos que explicar mediante una política de sacrificio"18
Para Guevara, la explicación se reducía a la existencia de "problemas morales" y "falta de voluntad", vicios graves que no encuadraban en su visión del "hombre nuevo". Este último espécimen, no era más que otro de los tantos delirios del Che, fundados en la fantasía de que el socialismo iba a construir por añadidura ciudadanos de acero, imperturbables, desprovistos de toda pasión, sin debilidades, incorruptibles y que trabajarían de sol a sol con alegría sin necesitar ni merecer descanso ni recompensa alguna. En apoyo de este espejismo, Guevara pronunció la siguiente insensatez "Estamos por la socialización total de la distribución... Por supuesto un buen reformismo mejoraría el nivel de vida del pueblo cubano. Pero eso no sería la Revolución. Y las Revolución es sacrificio, lucha, confianza en el futuro. La revolución debe sobrepasar ese estúpido programa reformista. Por eso es necesario condenar la rentabilidad, la ganancia individual, para conseguir una conciencia socialista... Es necesario cambiar la mentalidad para obte¬ner un hombre nuevo".19
Lo cierto es que más allá de sus ensueños, en lo concreto, a Guevara las cuentas no le cerraban por ningún lado. Desesperadamente incurrió en una nueva medida, un invento impregnado del ya citado amuleto de la "bondad comunista" consistente en obligar a los pobres cubanos a trabajar de manera forzosa y extenuante los fines de semana en tareas alternativas al trabajo habitual. Vale decir; el cubano fue privado de gozar de un solo espacio de descanso. Insólitamente, estas jornadas fueron bautizadas con el gracioso nombre de "Trabajo Voluntario". Señala Castañeda que para Guevara "el trabajo voluntario era una labor grata que se realiza con alegría, que se realiza al son de canucos revolucionarias, en medio de la camaradería más fraternal, en medio de contactos humanos que vigorizan a unos y otros, y todos elevan".20
Pero como la paga del Trabajo Voluntario" era nula y nadie acudía motivado, el Che apelaba entonces a los "estímulos morales". Señala Sebreli que los "Estímulos morales -términos fetiche del discurso guevarista- no eran sino una cobertura para no pagar el trabajo de los domingos y días feriados, o aumentar indiscriminadamente las horas laborales; en fin, un revival del estajanovismo ruso de los más duros tiempos de Stalin. Además, el trabajo voluntario, como ya se había comprobado en la Unión Soviéticay en China, era ineficiente y quitaba tiempo a técnicos y profesionales que podían ser útiles en otro tipo de tareas. La disconformidad que provocó el trabajo gratuito y el ritmo agotador que se exigía llevó inevitablemente a la disconformidad. El Che no encontró otra respuesta sino en la represión y el terrorismo de Estado"21
El nuevo emprendímiento de Guevara seria muy noble, de no haber sido por el hecho de que si quien tras haber trabajado toda la semana no tenía la "voluntad" de acudir sábados y domingos a pelar caña gratis o someterse a cualquier actividad agotadora bajo el sofocante sol cubano, era pasible de sanciones que iban "desde el ostracismo hasta la denuncia por 'contrarrevolucionario '".22 Por este último "delito", se contemplaba la posibilidad del fusilamiento o la "rehabilitación" (trabajo forzado en campos de concentración). En rigor de verdad, resultaba más aconsejable tener "la voluntad" de acudir a efectos de no poner en riesgo la vida o la libertad ambulatoria (porque de hecho la libertad como tal ya no existía en Cuba).
La "justicia saciar que ofrecía el castro-guevarismo de inmediato ocasionó que los beneficios conquistados por los trabajadores cubanos en los gobiernos anteriores (Batista incluido) fueran anulados. Se derogaron "los 30 días al año de vacaciones pagadas, los 9 días al año de licencia por enfermedad, los 26 días al año de salario extra, el aguinaldo de Navidad, los 26 días anuales de suplemento de fin de semana en verano, los 4 días al año de fiestas nacionales... En total, estas renuncias significaron una disminución del 45 por ciento en las ganancias anuales de los trabajadores. El congreso regaló (en noviembre de 1961) dos horas extras de trabajo al día, sin pago ninguno..."23  En 1960, otro obsequio del simpático régimen comunista fue imponer a los trabajadores "un 4 por ciento de sus jornales para financiar un programa de industrialización, y todo el que osara protestar se exponía a ser víctima de represalias"24  Como si estas cortesías fueran insuficientes "de un solo plumazo el gobierno de Castro le arrebató al obrero el derecho a la huelga"25 (derecho que sí existía en los tiempos de Batista).
La cacareada falacia marxista de la "explotación del hombre por el hombre" fue derogada y cambiada por la explotación del hombre por el Estado, en la cual, tal como lo demuestra Ja experiencia, se vive muchísimo peor. Pero como la "bondad comunista" es inclusiva y a nadie se quiere discriminar, el Che y Castro no sólo pensaron en fabricar el "Hombre Nuevo", sino que, para no afectar cuestiones de género, otra de sus nobilísimas tareas fue la de "liberar a la mujer de la explotación capitalista". Luego, ya despojados de todo "machismo burgués" y promoviendo la igualdad de oportunidades, miles de mujeres fueron confinadas al trabajo pesado a la intemperie, poseyendo Castro "un contingente de 196 mil mujeres que efectuaban trabajos agrícolas en los campos... más eso na era todo, pues el Máximo Líder abrigaba planes de proseguir con su liberación.. .ypara lograr este objetivo construyó diversos campamentos capaces de alojar entre 300 mil y 500 mil trabajadores de ambos sexos. La selección fue realizada por el G2 -4a Gestapo cubana—... Hasta la llegada del castrismo, las mujeres cubanas jamás habían tenido que manejar el machete bajo el sol abrasador y las repentinas lluvias torrenciales que convierten los cañaverales en mares de barro"26  Este es otro de los grandes logros de la revolución humanitaria de 1959, recurrentemente enaltecida por militantes feministas del mundo libre, siempre dispuestas a reclamar privilegios de género a la par que enarholan el infaltable cartelón del Che Guevara.
En suma, los empleados del Ministerio de la Producción vivían aterrados y motivos no les faltaban: si algún funcionario desatento cometían un error, no se le llamaba la atención ni se le imponía alguna amonestación (tal como sucede en un país civilizado) sino que directamente se lo enviaba a los campos de concentración. Así lo confiesa el viceministro de Industrias del Che, el ya citado Enrique Ostulki ''Si se cumplía un error administrativo, había castigos. Los más graves mandaban al culpable a Guanahacabibes, un campo de trabajo al extremo oeste de la isla.27
Pero no todos los habitantes de la isla eran sancionados si dedicaban algún espacio de su tiempo al disfrute: "El jefe de sus escoltas, el guajiro Daniel Morcón, ascendido más tarde a coronel, reconoce como algo normal que a veces el comandante Guevara mandara a buscar a una de las dos amiguitas que tenía en La Habana -una era mulata-. Entonces se encerraba en su despacho y daba órdenes de que no lo molestaran bajo ningún concepto"28 Parafraseando a George Orwell "somos todos iguales pero hay algunos que son más iguales que otros".
Como consecuencia de dichos intervalos de relax, en el medio de tantas malas noticias para el Che, el 19 de febrero de 1964 nacería en La Habana uno de sus tantos hijos no reconocidos. En este caso, el vastago se llamará Osear Pérez.29 Otro hijo extramatrimonial no reconocido de Guevara, lleva por nombre Mirko 30. Parece que Guevara se empecinó en crear una sucesión de "hombres nuevos" aunque desprovistos de todo reconocimiento paterno.
Pero a no confundirse, los placeres sólo eran privativos del comandante Guevara. El resto, soportaba un sistema sumamente cruel y atemorizante. José "Pekín" Pujols (miembro del movimiento 26 de julio) quien fuera llamado por Guevara a colaborar como supervisor de la planta de níquel y cobalto de Moa y práctico de puerto, recuerda el pánico existente en el ministerio: "Yo estuve involucrado en la lucha contra Batista y durante esa lucha conocí al Che Guevara... Entonces él, que ya nos conocíamos, me encomienda ir a Moa para preparar el puerto para recibir los petroleros, todos los barcos. Y en una de las reuniones que tuvimos en La Habana entró un ayudante del Che con un montón de papeles y se quedó parado. Entonces le dijo ¿que quieres?... y los papeles eran los fusilamientos del día siguiente. Él cogió los papeles y los firmó sin mirarlos. Porque no importaba a quien fusilaban, había que fusilar para sembrar el terror... Entonces muchos de los ingenieros jóvenes hablaban con él bajo la intimidación que tenían, por esa arrogancia del Che de decirte 'la revolución no tiene a menos fusilar al mejor de los comandantes así que no es nada fusilar al mejor de los ingenieros'. Todo el mundo trabajaba bajo esa presión de no equivocarte... todo el mundo comienza a trabajar con temor"31
Pero la política del látigo castro-guevarista no fue por generación espontánea, sino que se fue consolidando, afianzando y endureciendo de manera progresiva. Por ejemplo, el 13 de octubre de 1963, el ministro Guevara impulsó una nueva ley radicalizando la reforma agraria. Las víctimas esta vez serían los pequeños agricultores a los que todavía se les seguían respetando ciertas parcelas de propiedad privada. El Che defiende el nuevo saqueo alegando: "Es verdad que el pequeño campesino ha sido un puntual de la Revolución, Fidel lo dijo una vez, pero por pobrecito que sea es un claro generador de, capitalismo... se transforma poco a poco en un explotador que retarda el desarrollo de la sociedad. Entonces, hay que liquidarlo".31
Fuera de la estricta órbita del "Ministerio de Improducción" capitaneado por el argentino emprendedor, no se la pasaba mucho mejor que digamos. Entre el cúmulo de "derechos laborales" que se disfrutaban tras la iconográfica revolución, por iniciativa del Che, el 3 de octubre de 1964 "se publicó la ley de justicia laboral. Los delitos susceptibles de castigo comprendían falta de puntualidad, ausentismo, delincuencia, falta de respeto a los superiores, fraude y daños al material. Las penas iban desde deducciones en los salarios, comenzando por el 15 por ciento durante períodos de hasta cuatro meses, hasta la privación permanente del derecho a todo empleo remunerado. Se establecieron consejos laborales... Para ser candidato al cargo era preciso mostrar 'una buena actitud socialista con respecto al trabajo'... El ministro del Trabajo justificó la medida por 'razones de disciplina en el trabajo'... Seis días después de la elección de los consejos laborales, el ministro atentó contra su propia vida".33
Pero las leyes represivas y esclavizantes impuestas por Guevara no arrojaron resultados halagüeños: Cuba padeció una escasez de tal magnitud (de la cual nunca se libró) que el obligado racionamiento es recordado por el economista argentino Néstor Lavergne (quien colaboró con Guevara como funcionario público) en estos términos: "La catástrofe... era cuando el Che nos invitaba a una comida de trabajo en el ministerio pues el menú era de extrema austeridad. Invariablemente, arroz y pastas hervidas. Sin ningún condimento. .. Sin embargo, en una ocasión llegó con una botella de vino francés, pero se la bebió solo. 'Lo siento, -nos dijo burlón-, acabo de robársela a alguien que se la habían regalado. Hubieran hecho lo mismo'... No era muy democrático".34
En el marco de un sistema tan piramidal como hegemónico, ni siquiera podría disculparse a Guevara de su fracaso alegando que "no tenía el suficiente margen de acción " o que no pudo actuar por "camarillas interna (tal como muchas veces suelen justificarse gestiones infructuosas). El mismo Guevara reconoció los beneficios de poder administrar un ministerio en un sistema totalitario: "Nosotros somos un país pequeño, centralizado, con buenas comunica¬ciones, con un solo idioma, con una unidad ideológica que cada vez se va acentuando más, con una unidad de dirección, con un respeto absoluto por el dirigente máximo de la Revolución, donde no hay discusiones, con una unidad de dirección donde nadie disputa la más mínima cosa de poder... ".35
Sin embargo, por momentos el Che parecía tener intervalos de sinceridad al verse superado por los hechos. Abatido ante el fracaso, en marzo de 1962 efectuó una primera autocrítica en televisión, reconociendo que había elaborado "un plan absurdo, desconectado de la realidad, con metas absurdas y con recursos que eran de sueño"36  en octubre volvió a confesar su total desapego a la realidad añadiendo "no sé cómo vive el pueblo de Cuba, solamente sé cifras, números o esquemas, pero llegar a lo que es el individuo y a sus problemas no lo he hecho nunca... He considerado a la gente como sol¬dados de una guerra encarnizada que había que ganar".37
Pero de vez en cuando, a modo de ensayo Guevara incurría en prácticas simpáticas, por ejemplo "cada vez que el obrero cubano produce un peso de género, recibe por término medio dos pesos como salario".38  Sin dudas una paga muy amable, pero totalmente antieconómica y al poco tiempo tuvo que quedar forzosamente sin efecto. ¿Resultado? Los cubanos terminaron hacien¬do fastidiosas y largas colas desde muy temprano para poder obtener un puñado de centímetros de género.39
No obstante sus esporádicas autocríticas o algunos experimentos irracionales como el antedicho, las medidas represivas e ideológicas no cesaron y más adelante el Che encontraría una nueva excusa para argumentar el desastre de su gestión: cargar tintas contra los países del bloque socialista soviético, con quienes Guevara ya no gozaba del idilio que supo tener en los comienzos de la revolución. Fue entonces cuando el Che públicamente preguntó: "¿Por qué la misma fábrica de levadura, para producir la misma cantidad, ocupa en Francia veintisiete, obreros, mientras que en Polonia necesita doscientos? ... Recuerdo que cuando el cantarada Abello, me parece, me dijo que la fábrica embotelladora de los alemanes era una porquería, yo lo tomé como una manifestación de anticomunismo. Pero la triste realidad es que la fábrica alemana era muy mala... La fábrica norteamericana... era mejor, más adelantada, más técnica, con mayor productividad... Entonces nosotros hemos comprado esa otra fabriquita y realmente es una mala inversión".40  Pero la lucidez tardía no perdona. La isla se encontraba totalmente desabastecida y los "adelantos tecnológicos" de la subsidiada revolución cubana se hallaba incapaz de producir un precario sacapuntas,
Se asomaba 1964 y la gestión de Guevara hacía agua por todos lados. No había rubro de la producción que no hubiese quedado reducido a su mínima expresión. La incapacidad de Guevara fue tan notable, que a pesar de su arrogancia, en febrero de ese año no le quedó más remedio que admitir lo siguiente: "Durante el año transcurrido, la producción de la industria azucarera ha sido muy baja. La cosecha de 1962 ha sido más débil que la de 1961 y la de 1963 será más débil todavía... Ciertas deficiencias fueron el resultado de nuestra propia gestión deficiente... La producción por obrero, que era de 11300 dólares en 7962, ha caído en 1963 a 9500-9600 dólares,- ha bajado, por consiguiente del 23%.,.".41  Ya el 9 de mayo de 1964, un gastado y desbordado Guevara en tertulia ministerial, reconoció que los productos que se producían en Cuba eran paupérrimos. Cuenta Kalfon que en la citada reunión el Che "Interpreta entonces un número que mereciera ser filmado. Para que la concurrencia los contemple, blande una serie de artículos que sólo son porquerías: cierres de cremallera llamados Camilo y que no funcionan -cada vez que se encallan, el usuario maldice al tal Camilo-, un triciclo que es pura quincalla, un par de zapatos cuyo tacón fijado con dos clavos salta apenas moverlo, un champú que no hace espuma, tapones que no tapan, polvos de maquillaje demasiado rojos, muñecas que parecen brujas... Todo eso injuria a la revolución. En resumen, es inadmisible".41  Lo inadmisible es que Guevara siguiera al frente del Ministerio de la Producción tras un quinquenio de fracasos estrepitosos. Ya de nada servía que pronto a finalizar su "gestión" ministerial, en diciembre de 1964 confesara "Los defectos de nuestro sistema tienden a transformar el hombre en un máquina". 43
Pero como dijimos, estos reconocimientos disparados de vez en cuando no eran mucho más que frases sueltas con cierta cuota de autocrítica que en rigor de verdad, no reflejaban un verdadero acto de contrición ni el menor cambio interior. Pues reza un antiquísimo refrán que "los espíritus elevados aprenden con la experiencia ajena, los medianos con la propia y los estúpidos no aprenden ni con la ajena ni con la propia". Este proverbio viene a cuento, porque el Che, el ocho de octubre de 196S efectuó un discurso insistiendo con io siguiente: "El socialismo económico sin la moral marxista, no me interesa... Luchamos contra la miseria, pero al mismo tiempo contra la enajenación. Uno de los objetivos fundamentales del marxismo es hacer desaparecer el interés, el factor interés individual y el lucro... Si el comunismo se despreocupa de los hechos de consciencia, puede ser un método de reparto, pero nunca una moral revolucionaria".44  Muy bello el concepto de trabajar 15 horas diarias sin interés monetario alguno. Quien quiera hacerlo que lo haga, pero los cubanos, que también pertenecen a la especie humana, no estaban muy dispuestos a padecer compulsivamente un sistema de explotación a cambio de una taza de arroz. Conclusión: desánimo, desabastecimiento, improductividad, desinterés, ausencia de iniciativa y por ende, escasez pavorosa. Coleadamente esto es lo que ha sucedido en todos, absolutamente todos los países en donde el experimento comunista (en sus diferentes variables y matices) fue aplicado. Sebreli señala que "Un economista marxista serio como Charles Bettelheim le mostró (a Guevara) sus errores económicos. Pero el Che trató de justificarlos con las propuestas utópicas de terminar con la ley del valor, subordinar las relaciones mercantiles y monetarias a la política y ésta, a su vez, a la moral comunista. Leer hoy esos debates sobre la ley del valor causa el mismo efecto que las discusiones teológicas sobre el sexo de los ángeles entre clérigos medievales... El predominio de lo político sobre lo económico revelaba al pensamiento guevarista mas cerca de Stalin que de Marx".45
Señala Carlos Montaner que Guevara fracasó como ministro, entre otras cosas por su fe en la quimera del Hombre Nuevo: "Convirtió su tipo en arquetipo... Casi nadie notaba entonces el atropello de los hombres viejos. De todos aquellos bípedos que no podían ni querían parecerse a Guevara. De toda esa gente que entiende que trabajar es un incordio, para quienes el 'futuro de la humanidad' es una abstracción mucho más frágil que el futuro de la familia. Guevara era un héroe y quería poner una fábrica de héroes. La verdad es que el hombre nuevo no producía bastante. El Che ha sido uno de los peores funcionarios en la historia de la administración pública de Cuba. Si un ministro de Industria o un director del Banco Nacional de cualquier país civilizado comete los disparates que cometió Guevara, tendría que suicidarse. Más o menos lo que hizo Guevara. Tan pronto comprobó que el 'hombre nuevo' no era viable y que él mismo había fracasado en tareas de gobierno, se encaramó en Rocinante y se largó a atacar nuevos molinos de viento. Todo muy conmovedor, muy literario, pero escasamente leninista. Hace mucho tiempo, Fidel decidió que Guevara estaba equivocado y que había que arar con los hombres viejos y dejarse de tanto cuento para lo cual resucitó el antiguo e infalible truco del castigo y la recompensa. Si trabaja, premios. Si se sienta, palos. No falla. Viejo o nuevo, no falla. Lo triste es que al final, cuando ya no son posibles las recompensas, sólo quedan los palos".46
Nótese que de todas las excusas esgrimidas por Guevara a lo largo de su gestión, tales como la de cuestionar la "falta de voluntad de los trabajadores", confesar haber forjado un "plan absurdo", transformar al "hombre en máquina", o culpar a la URSS, por su pésima tecnología, cualquiera sea el tenor de sus justificaciones Guevara jamás excusó la calamidad de su administración incurriendo ai insustancial libreto de culpar el fracaso al "embargo americano". A Guevara jamás se le escuchó decir ni escribir alegoría alguna en pro de tan insólito argumento, pues este no es más que un slogan "sacado de la galera" por el progresismo contemporáneo y sus asociados intelectuales. No sólo porque Cuba siempre pudo comercializar con todos los países del mundo, también porque durante tres décadas fue financiada jugosamente por el imperialismo soviético y, además, como ya fuera dicho, el embargo americano es tan sólo una sanción por las casi 300 empresas americanas que el gobierno cubano obtuvo gratis al no pagar indemnización a sus propietarios por la apropiación. Asimismo, si fuera cierto que el embargo americano es el causal del fracaso socialista en Cuba, habría que preguntarse entonces porque el socialismo fracasó en la URSS, China y todos sus países de la órbita (que abarcaron Europa, América, Asia y África) constituyendo un imperio que en 1970 controlaba el 26% de la superficie terrestre y conducía la vida del 36% de la población mundial. El sistema colapso simplemente porque no servía para nada y tal implosión se produjo sin que sus enemigos dispararan una sola bala.
Se asomaba 1965 y mientras Castro se recostaba cada vez más con la política de "coexistencia pacífica" con Washington (tal el criterio que le habían ordenado a Cuba sus jefes de la URSS), el Che, desafiante, desde Santiago de Cuba predicaba una renovada apología del odio: "Debemos aprender esta lección, aprender la lección sobre el aborrecimiento absolutamente necesario del imperialismo, porque ante ese tipo de hiena no hay más solución que el aborrecimiento, no hay más salida que el exterminio... Debemos acatar esta lección de odio".47
Desde hacía tiempo Fidel Castro ya no sabía que hacer con Guevara. Cuando hablaba, lo comprometía políticamente y cuando operaba como ministro, comprometía los intereses económicos de la isla. Sin más, Fidel comenzó a recortarle poder al Che a efectos de que tuviera menor espacio para hacer destrozos: "Durante el verano cubano de 1964, al Ministerio de Industria le arrebatan todo el sector azucarero. Sesenta mil trabajadores de lo ciento cincuenta mil que controla. Más de un tercio. Se crea un Ministerio del Azúcar".48
Guevara advierte que se le acortaban las perspectivas de vida en el ministerio y no podía dilatar su renuncia. A modo de "salida elegante", el Che tenía que hacer un "renunciamiento heroico". Va de suyo que un pedante como Guevara no iba a ser expulsado o iba a dimitir en el marco de un fracaso. Tenía que ser una retirada romántica, novelesca, bien a su estilo. Nada mejor que vagar por el mundo en busca de una nueva aventura guerrillera en cualquier lugar que se pudiera. Por azar, el nuevo escenario para sus aventuras salgarianas sería el Congo.
A raíz de esto, se produjo otro fraude deliberado de los apologistas guevarianos. quienes presentaron la fuga del Che en el ministerio y su consiguiente retorno a la guerrilla como una natural prolongación de su "abnegada lucha justiciera en pro del amor universal", cual paladín de la justicia que "renuncia a la acomodada vida ministerial y se lanza afanosamente por el mundo a liberar a los desposeídos de la tierra". Como broma, ha sido exitosa, pero no es ni graciosa ni cierta. Con buen tino anota Daniel James: "en realidad ¿a qué renunció? Esa primavera de 1965, cuando decidió marchar al Congo, no le quedaba nada en su poder.,. En pocas palabras, el Che fue obligado (por Fidel) a largarse... Se exiliaba al mismo tiempo que sus cantaradas lo deportaban. El había cambiado a Jack London y a Salgari por Lenin, y ahora los leninistas h obligaban a releer las novelas de aventuras "49
Es dable agregar otro ingrediente: Guevara no escapó al Congo solamente porque su desempeño como funcionario fuera calamitoso, también es verdad que en su naturaleza estaban siempre la pelea, la confrontación, el conflicto, la crispación. Guevara era una persona atormentada por el odio, un odio que debía ser descargado contra algo o contra alguien. Después de finalizada la guerra contra las tropas de Batista, en lugar de buscar y afianzar la paz (algo natural y lógico en una persona de sano espíritu), para Guevara fue una desazón y una incomodidad. Ño por nada manifestó sin rodeos: "Siempre estamos contra la guerra, pero cuando la hemos hecho no podemos vivir sin la guerra. En todo instante queremos volver a ella".50
Notas
1    Diario Revolución, ejemplar del 27 de febrero de 1961, citado en Kalfon, Fierre. Che,
Ernesto Guevara, una leyenda de nuestra siglo, Plaza & Janes Editores, 1997, pág. 338.
2    Castañeda, Jorge O. La vida en rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa, 1997,
pág. 268.
3               J O'Donell. Pacho, Che. la vida por un mundo mejor. Sudamericana, 2ºed., 2005, pág. 194.
4               Sebreli, Juan José. Comediantes y mártires, Debate, 2008, pág. ISO.
5               Ver Gambini, Hugo, El Che Guevaxa. La biografía. Planeta, 19 ed.. 2007, pág. 221.

6    Kalfon, Fierre. Che, Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo, Plaza & Janes
Editores, 1997, pág. 360,
7 Kalfon, Pierre. Che, Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo. Plaza & Janes Editores, 1997, págs. 360,361.
8    Rojo, Una Biografía del Che Guevara - Jorge G. Castañeda - Espasa, 1997 - Pág. 266,
267,268.
9                Ver Kalfon, Pierre. Che, Ernesto Guevara, ttna leyenda de nuestro siglo, Plaza & Janes Editores, 1997, pág. 395.
10              Daga en el corazón, Cuba traicionada. Mario Lazo. 1972. Minerva Boofcs, Ltd., pág. 405.
11             Carlos Franqui, Vida, aventura y desastres de un hombre llamado Castro. Op. cit., pág. 326, citado en Pkrre Kalfon - Che, Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo - Plaza & Janes Editores, 1997, pág. 401
12             Daga en el corazón, Cuba traicionada. Mario Lazo. 1972. Minerva Books. pág. 409.
13             Cuadro Producción azucarera. Puente: "Diez años de la revolución Cubana", en Este y Oeste, Caracas, año VII, n° 122. enero 1969, pág. 14, citado en Díaz Araujo, Enrique, La rebelión de la nada, o ideólogos de la subversión cultural. Cruz y Fierro Editores, 1983, pág. 313.
14            Cuadro Producción. Puente: "Diez años de la revolución Cubana", en Este y Oeste, Caracas, año VII, n° 122. Enero 1969, pág. 15', citado en Díaz Araujo, Enrique, La rebelión de la nada, o ideólogos de la subversión cultural, Cruz y Fierro Editores, 1983, pág. 316.
15            Cuadro Producción agropecuaria. Fuente: "Diez años de la revolución Cubana", en Este y Oeste, Caracas, ano VII, n" 122. Enero 1969, pág.  citado en Díaz Araujo, Enrique, La rebelión de la nada, o ideólogos de la subversión cultural, Cruz y Fierro Editores, 1983, pág. 316.
16 Cuadro Producto. Fuente: "Diez años de la revolución Cubana", en Este y Oeste, Caracas, año VII, n° 122. Enero 1969, pág. 18, citado en Díaz Araujo. Enrique, La rebelión de la nada, o ideólogos de la subversión cultural, Cruz y Fierro Editores, 1983, pág. 316.
17          Kalfon, Pierre, Che, Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo, Plaza & Janes Editores, 1997, pág. 404.
18         Ernesto Che Guevara, Actas, Op. cit, pág. 177,216. citado Castañeda, Jorge G. La vida en rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa, 1997, pág. 273.
19         Gambini, Hugo. El Che Guevara. La biografía. Planeta, 19" ed., 2007, pág. 275.
20         Castañeda, Jorge G. La vida en rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa, 1997, pág. 234.
21        Guevara, Ernesto. Diario, 30 de abril de 1963, citado en Sebreli, Juan José. Comediantes
y mártires, Debate, 2008, pág. 152.
22        Castañeda. Jorge G. La vida en rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa, 1997, pág. 235. 25 Díaz Araujo, Enrique, La rebelión de la nada, o ideólogos de la subversión cultural, Cruz y Fierro Editores, 1983, pág. 312.
23        Lazo, Mario. Daga en el corazón, Cuba traicionada, Minerva Books, 1972, pág. 221. 25 Lazo, Mario. Daga en el corazón, Cuba traicionada. Minerva Books, 1972, pág. 221.
24       Lazo, Mario. Daga en el corazón. Cuba traicionada. Minerva Books, 1972, pág. 403.
27    Enrique Ostulki, entrevista con el autor, La Habana, 1992, citado en Kalfon, Pierre. Che,
Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo. Plaza & Janes Editores, 1997, pág. 370.
28    Kalfon, Pierre. Che, Ernesto Guevara, ana leyenda de nuestro siglo. Plaza & Janes
Editores, 1997, pág. 417.
29    Ver Kalfon, Pierre. Che. Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo, Plaza & Janes
Editores, 1997, pág. 416.
30             Ver Castañeda, Jorge G. La vida en rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa, 1997, pág. 324.
31             José Peptn Pujols, miembro del movimiento 26 de julio. Llamado por Ernesto Guevara a colaborar como supervisor de la planta de Níquel y Cobalto de Moa y practico de puerto
 Caimán Productions. Instituto de la memoria histórica cubana contra el totalitarismo. Guevara: Anatomía de un mito.
32    Granma, ed. Bn lengua francesa, 29.10.1967, pág. 11, citado en Kaltbn, Fierre. Che,
Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo. Plaza & Janes Editores, 1997, pág. 408.
33    Lazo, Mario. Daga en el corazón, Cuba traicionada. Minerva Books, 1972, pág. 411.
34    Conversaciones con el autor, Buenos Aires, 1994, citado en Kaltbn, Fierre. Che, Ernesto
Guevara, una leyenda de nuestro siglo. Plaza & Janes Editores, 1997, págs. 368,369.
35    Ernesto Che Guevara, Reunión Bimestral 20 de enero de 1962, citado en Castañeda,
Jorge O. La vida en rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa, 1997, pág. 270.
36    Castañeda, Jorge G. La vida en rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa, 1997, pág. 267.
37    El Che en la Revolución cubana, T DI, <>p. cit. p. 465, citado en Kalfbn. Fierre, Che,
Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo. Plaza & Janes Editores, 1997, pág. 365.
38            Rene Oumont, Cuba, socialismo et développement, op. cit., pág. 67. Citado en Kalfon, Fierre. Che, Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo. Plaza & Janes Editores, 1997, pág. 363.
39           Kalfon, Fierre. Che, Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo. Plaza & Janes Editores, 1997, pág. 401.
40           El CVenla Revolución Cubana, 0p.cirTVI,pp.288,291 citado en Kalfon, Fierre. Che, Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo, Plaza & Janes Editores, 1997, pág. 375.
41    Citado en Díaz Araujo, Enrique, La rebelión de la nada, o ideólogos de la subversión
cultural, Cruz y Fierro Editores, 1983, pág. 314.
42    Kalfon, Fierre. Che, Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo, Plaza & Janes
Editores, 1997, pág. 415.
43    El Che en la Revolución Cubana, op. cit., T VI., pág. 567. Citado en Kalfon, Fierre. Che,
Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo. Plaza & Janes Editores, 1997, pág. 421.
44    Marcha, 8 de octubre, 1965. Díaz Araujo, Enrique, La rebelión de la nada, o ideólogos
de la subversión cultural. Cruz y Reno Editores, 1983, pág. 33 J.
45    Ernesto Guevara, op. cit. Sebreli, Juan José. Comediantes y mártires,Debate, 2008, pág. 143.
46             Montaner, Cartos Alberto, Víspera del Final: Fidel Castro y ¡a Revolución Cubana,
Globos, Madrid, 1994,Págs.. 101,102, citado en Díaz Araujo, Enrique, Ernesto Guevara déla Serna, Aristócrata, aventurero y comunista, Ediciones del Verbo Encarnado, San Rafael, Mendoza, 2008, págs. 390,391.
47    Ernesto Che Guevara, "Discurso en el Conglomerado Industrial 30 de noviembre",
Santiago de Cuba, 30 de noviembre de 1964, citado en Bozik, Zarco "Cuban Panorama: To
Overeóme Monocultura by Developing Monoculture, Borba, Belgrado, 28 de diciembre
1964, citado Castañeda, Jorge G. La vida en rojo, una biografía del Che Guevara, Espasa,
1997,pág.334.
48    Kalfon, Fierre. Che, Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo, Plaza & Janes
Editores, 1997, pág. 418.
49    Día/ Araujo, Enrique, La rebelión de la nada, o ideólogos de la subversión cultural,
Cruz y Fierro Editores, 1983, pág. 330.
50             Neruda. Pablo. Confieso que he vivido. Planeta, Buenos Aires, 1992, pág. 439. Citado en Kalfon, Fierre. Che, Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo, Plaza & Janes Editores, 1997, pág-330.