martes, 6 de diciembre de 2016

CABILDO- POLITICA- EL ARZOBISPO QUE ENTURBIO LAS AGUAS

Publicado por Revista Cabildo Nº 119
Mes de Noviembre de 2016- 3era. Época
  
 POLITICA
EL ARZOBISPO QUE ENTURBIO LAS AGUAS


DESPUÉS de aquel cónclave vaticano, de esas tres fecundas horas debatiendo con Maradona las grandes cuestiones metafísicas del fútbol y el equipo de Francisco, era fácil suponer que luego de tal porrazo en el barro, el Arzobispo difícilmente podría recuperarse, para volver sin demasiada vergüenza, al mundo de la Pontificia Academia de Ciencias.
Pero como todos somos pecadores que caemos una y otra vez, siempre nos quedaba la esperanza de que el hombre se arrepintiera. No fue ése el caso de Marcelo Sánchez Sorondo; por el contrario, parecería que el Arzobispo sintió cierta comodidad en esa dudosa geografía de maulas y tahúres y decidió explorarla.



Atrás quedaron aquellos arduos años de la filosofía del ser; daría la impresión que ahora, ya fatigado por el tratamiento de las cuestiones disputadas, aceptó un ofrecimiento algo más light y se hizo mandadero papal. Algo así como aquel Paladino que Perón graciosamente nos despachaba a cada rato desde Puerta de Hierro.

http://www.periodistadigital.com/imagenes/2015/11/06/marcelo-sanchez-sorondo.jpgPor otra parte Bergoglio, que no descuida ni un segundo su papel de presidente en el exilio, necesitaba un mandadero de nivel, no solamente capaz de enfrentar mano a mano a Rocío Oliva, sino de discutir el proyecto emancipador y salvífico de las famosas tres T con lo mejor del neo kirchnerismo populista argentino.



Para eso el Papa organizó un encuentro entre la C.G.T. opulenta, ésa de los dirigentes burgueses y muy ricos; la izquierda de Juan Grabois, consultor de otra academia pontificia, tres o cuatro obispos que no le hacen asco a nada y el conjunto dirigido por la batuta suma de Sánchez Sorondo.

 Nadie ignora el papel central del Papa, no tanto en la evangelización (que de eso se ocupaban los papas de antes) sino en darle forma a lo que sería un movimiento peronista, populista, izquierdoso, nacional y ecuménico, con el fin, no de edificar un país mejor, sino de perturbar hasta lo indecible, por cualquier medio, al actual gobierno.

Y Sánchez Sorondo fue nomás a la C.G.T. a discutir con los sindicalistas muy ricos el problema de sus representados; o sea, los muy pobres.

La cuestión se las traía porque había interlocutores tremendos a la hora de defender a los trabajadores,



gente dispuesta a todo por los necesitados; repasemos quiénes estaban: Moyano, Schmid, Daer, Martínez. Yasky, etc., etc. Desconocemos si el Caballo Suárez envió algún representante.

Y hablaron de la pobreza y de la igualdad. Es cierto, nunca hubo nada más desigual que la riqueza de estos sindicalistas sacada de los propios bolsillos de los verdaderos trabajadores y la pobreza de los que dicen representar.

Cerró el encuentro el filosofe Sánchez Sorondo con una exhortación que se las trae. Creo recordar que la cita va desde nuestro Mártin Fierro a Cornelio Fabro en el capítulo donde trata acerca de la adulación y otras formas de arrastrarse ante el mundo.


"Los hermanos sean unidos porque sino se los comen los de afuera; esta unión que están pidiendo es fundamental para la argentina y el mundo... Ustedes los trabajadores son los que tienen que gobernar el mundo para salvarlo".

La intensidad metafísico-político de la propuesta habla por sí misma No podríamos agregar una coma,\ sospechamos será motivo de estudio y debate en las Academias y Universidades del mundo. Hay -como negarlo- visibles influencias maradonianas, toques de demagogia bergogliana, y algo de la sutileza discursiva de D'Elía. Se ve que el Arzobispo Sánchez Sorondo abreva en la altas fuentes del saber. •