martes, 14 de junio de 2016

Un paso a la reconciliación sobre la guerra antisubversiva. Por Ricardo Bussi


Un paso a la reconciliación sobre la guerra antisubversiva. Por Ricardo Bussi

 Bussi
Es de público conocimiento que el país ha sido durante los últimos años fragmentado por lo que hoy se denomina “la grieta”, y que diversos sectores de la sociedad se encuentran enemistados en una suerte de encono explícito o implícito, y que una de esas grietas o líneas divisorias obedece a circunstancias históricas, fundamentalmente relativas a los acontecido en los años 70´ durante la guerra antisubversiva, en donde quienes tenemos algunos años recordamos perfectamente bien que nuestro País y mi Provincia en particular (Tucumán) fue un verdadero campo de batalla.
De aquel aquél triste escenario siguen quedando no pocas secuelas: hoy conviven hijos de desaparecidos con hijos de muertos por la subversión e hijos de militares actualmente detenidos con pocas o ninguna garantía.


Yo mismo como hijo del Gral. Antonio Domingo Bussi padecí las secuelas de aquella guerra fraticida al ver morir a mi padre preso, al igual que tantos otros hijos de militares que siguen padeciendo ese calvario con un inequívoco tono no de justicia sino de revancha. Pero no quiero hacer aquí una reflexión parcial. También es cierto que todavía muchas Abuelas de Plaza de Mayo no dieron con sus nietos, familiares de desaparecidos nunca encontraron a sus deudos, así como también no es menos cierto que las víctimas del terrorismo subversivo han sido durante todos estos años ignoradas y destratadas por el Estado de manera vergonzosa
Todos estos asuntos pendientes forman parte de la grieta y con habitualidad la polémica se reanuda tanto por un motivo u otro.
Tomando como referencia otros países que han padecido conflictos como el nuestro o incluso en escalas mucho más dramáticas (tal como lo fue por caso la Guerra Civil Española o mucho más recientemente la guerra civil en el Salvador), es que yo como actual Concejal de San Miguel de Tucumán por Fuerza Republicana (partido fundado por mi padre), es que he tenido la iniciativa de impulsar un proyecto de ley para que se construya en una plaza representativa un monumento que honre y conmemore a TODOS los muertos que cayeron durante los años 70´ sin distinciones ni banderías: es decir que propongo edificar una suerte de homenaje a los militares, sindicalistas, abogados, dirigentes o simples civiles asesinados por la subversión y también a los muertos o desaparecidos por la represión militar.
Propongo entonces un lugar común que sirva como símbolo de encuentro y concordia, que sea una suerte de paso adelante en el intento de cierre de al menos una grieta tan cara como esta, y que nos permita a todos quienes de una u otra manera hemos sufrido la guerra fraticida, un espacio común para recordar a nuestros seres queridos, hayan sido estos de izquierdas o derechas o hayan vestido o no uniforme, pero todos ellos no dejaron de ser argentinos que, equivocados o no, creían en lo que hacían y se jugaron por ello, no sin cometer errores seguramente desde muchos ángulos.
Semanas atrás se conmemoraron los 40´ años del último golpe militar y el año pasado fueron los 40´ años del Operativo Independencia en Tucumán sancionado a la sazón por la Presidente Isabel Perón y la polémica sigue abierta y las heridas también. ¿No es hora de darnos un abrazo simbólico aunque mas no sea a través de un acto y un monumento conjunto?.
Creo que una suerte altar, monumento o como lo quieran llamar que recuerde a todos sería un excelente ejemplo de comprensión de uno con el otro y un símbolo que asombraría positivamente a todo el país, porque Tucumán seguramente fue el espacio más violento de la Argentina de cuanto aconteció por entonces. Por ende, esta iniciativa incluso podría obrar como efecto multiplicador para que dichos ejemplos se repliquen en otras provincias y latitudes, expandiendo así la posibilidad de que cada uno pueda honrar a sus muertos sin sentirse excluido o agraviado.
Ojalá este proyecto encuentre eco en otros sectores y se animen a dar un paso adelante en aras de una reconciliación postergada que la Patria clama y necesita.
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