miércoles, 27 de abril de 2016

Residuos de glifosato en alimentos comunes explican la magnitud del problema

    
Residuos de glifosato en alimentos comunes explican la magnitud del problema
    23/04/2016 | El glifosato es el herbicida más ampliamente utilizado en Argentina. Es el ingrediente activo de Roundup, que fue lanzado al mercado por Monsanto en el año 1974. Su uso se asocia directamente a los cultivos transgénicos producidos con semillas modificadas genéticamente por Monsanto, para resistir el Roundup. Pero los seres humanos no son resistentes al Roundup.
    El glifosato produce cáncer, destrucción del sistema inmune, problemas respiratorios, problemas del corazón, accidentes cerebro-vasculares, ansiedad y alergias.

   

Un nuevo estudio realizado en Estados Unidos halló residuos de glifosato en abundancia, contaminando alimentos comunes como el pan, panecillos, cereales para el desayuno y  huevos.
    La investigación estuvo a cargo de la Alianza para la Salud Natural EE.UU. (ANH-EE.UU.), cuyo director, Tim Riehm, señaló: "La intención del estudio fue determinar la extensión del problema", y "creemos que la evidencia demuestra la enorme magnitud que ha cobrado".
    La FDA, leal a Monsanto, prometió que comenzaría a analizar los residuos de glifosato en "algunos alimentos", como la soja o el maíz. Pero la ANH, sin embargo, decidió tomar el toro por las astas y realizar sus propias pruebas independientes en 12 de los alimentos más populares, entre una cantidad total de 24 artículos analizados.
    Las categorías analizadas incluyen harina, copos de maíz, harina de avena instantánea, pan, yogur, papas, crema de trigo, huevos, y lácteos, como cremas para café a base de leche. Las pruebas fueron realizadas por un laboratorio independiente que utilizó la prueba de ensayo de inmunoabsorción ligado a enzimas (ELISA).
    Los científicos advirtieron que La Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (ADI) también miente. La cantidad permitida por los organismos de control no tiene en cuenta la investigación independiente ni los nuevos estudios que prueban la alta toxicidad del glifosato y otros pesticidas.
    Para la ADI o la EPA es "segura" la cantidad de 1,75 miligramos (mg) por kilogramos (kg) de peso corporal al día, mientras que en Europa, sólo consideran "segura" la cantidad de 0,3 mg por kg de peso corporal, lo cual representa un valor casi seis veces menor.
    Los expertos señalaron que los niveles de seguridad de Estados Unidos, desarrollados en animales de laboratorio para adultos, no son seguros porque el glifosato es un disruptor endocrino que afecta los niveles de hormonas produciendo diferentes efectos en las distintas etapas del desarrollo humano.
    En este marco sostuvieron que las pruebas de seguridad se llevaron a cabo de manera aislada y no incluyeron formulaciones comerciales de plaguicidas que pueden contener otros ingredientes tóxicos que intensifican la toxicidad del glifosato.
    Alimentos contaminados
    Seres humanos acumulan glifosato
    Las pruebas encontraron residuos de glifosato detectables en niveles muy superiores a los permitidos por la EPA en el pan, panecillos, cereales para el desayuno, yogur, papas, crema de trigo, lácteos y huevos.
    "Los resultados realmente nos sorprendieron, Esperábamos ver algunos restos, en el maíz y soja", explicó Riehm. "Pero nunca en los productos lácteos y los huevos, ya que no hay aplicación directa de glifosato durante la producción de esos alimentos." El informe sugiere que las personas consumen residuos de glifosato diariamente.
    La principal preocupación reside en la persistencia del pesticida a través de la cadena alimenticia. Si fue encontrado en lácteos y los huevos, que son productos de origen animal, significa que los alimentos para el ganado y las gallinas, colmados de glifosato y otros quimicos, terminan afectando directamente la salud humana.
    "Eso sugiere que el glifosato entró a la cadena alimentaria y se acumula en los tejidos de los animales, lo que se conoce como bioacumulación", resaltaron los científicos. "La ANH está preocupada. Si el herbicida puede acumularse en animales, puede acumularse en los seres humanos".
    La ANH espera que los resultados del estudio hagan que las agencias reguladoras de alimentos revean sus calificaciones para los mismos en cuanto a la toxicidad del glifosato. "Hay una serie de cosas que el público tiene que tener en cuenta, el gobierno está permitiendo que las compañías no hagan las pruebas adecuadas", dijo Reihm.

    Laura Cohen
    BWN Argentina



  • Residuos de glifosato en alimentos comunes explican la magnitud del problema 23/04/2016 | El glifosato es el herbicida más ampliamente utilizado en Argentina. Es el ingrediente activo de Roundup, que fue lanzado al mercado por Monsanto en el año 1974. Su uso se asocia directamente a los cultivos transgénicos producidos con semillas modificadas genéticamente por Monsanto, para resistir el Roundup. Pero los seres humanos no son resistentes al Roundup.

    El glifosato produce cáncer, destrucción del sistema inmune, problemas respiratorios, problemas del corazón, accidentes cerebro-vasculares, ansiedad y alergias.

    Un nuevo estudio realizado en Estados Unidos halló residuos de glifosato en abundancia, contaminando alimentos comunes como el pan, panecillos, cereales para el desayuno y  huevos.

    La investigación estuvo a cargo de la Alianza para la Salud Natural EE.UU. (ANH-EE.UU.), cuyo director, Tim Riehm, señaló: "La intención del estudio fue determinar la extensión del problema", y "creemos que la evidencia demuestra la enorme magnitud que ha cobrado".

    La FDA, leal a Monsanto, prometió que comenzaría a analizar los residuos de glifosato en "algunos alimentos", como la soja o el maíz. Pero la ANH, sin embargo, decidió tomar el toro por las astas y realizar sus propias pruebas independientes en 12 de los alimentos más populares, entre una cantidad total de 24 artículos analizados.

    Las categorías analizadas incluyen harina, copos de maíz, harina de avena instantánea, pan, yogur, papas, crema de trigo, huevos, y lácteos, como cremas para café a base de leche. Las pruebas fueron realizadas por un laboratorio independiente que utilizó la prueba de ensayo de inmunoabsorción ligado a enzimas (ELISA).

    Los científicos advirtieron que La Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (ADI) también miente. La cantidad permitida por los organismos de control no tiene en cuenta la investigación independiente ni los nuevos estudios que prueban la alta toxicidad del glifosato y otros pesticidas.

    Para la ADI o la EPA es "segura" la cantidad de 1,75 miligramos (mg) por kilogramos (kg) de peso corporal al día, mientras que en Europa, sólo consideran "segura" la cantidad de 0,3 mg por kg de peso corporal, lo cual representa un valor casi seis veces menor.

    Los expertos señalaron que los niveles de seguridad de Estados Unidos, desarrollados en animales de laboratorio para adultos, no son seguros porque el glifosato es un disruptor endocrino que afecta los niveles de hormonas produciendo diferentes efectos en las distintas etapas del desarrollo humano.

    En este marco sostuvieron que las pruebas de seguridad se llevaron a cabo de manera aislada y no incluyeron formulaciones comerciales de plaguicidas que pueden contener otros ingredientes tóxicos que intensifican la toxicidad del glifosato.

    Alimentos contaminados
    Seres humanos acumulan glifosato 

    Las pruebas encontraron residuos de glifosato detectables en niveles muy superiores a los permitidos por la EPA en el pan, panecillos, cereales para el desayuno, yogur, papas, crema de trigo, lácteos y huevos.

    "Los resultados realmente nos sorprendieron, Esperábamos ver algunos restos, en el maíz y soja", explicó Riehm. "Pero nunca en los productos lácteos y los huevos, ya que no hay aplicación directa de glifosato durante la producción de esos alimentos." El informe sugiere que las personas consumen residuos de glifosato diariamente.

    La principal preocupación reside en la persistencia del pesticida a través de la cadena alimenticia. Si fue encontrado en lácteos y los huevos, que son productos de origen animal, significa que los alimentos para el ganado y las gallinas, colmados de glifosato y otros quimicos, terminan afectando directamente la salud humana.

    "Eso sugiere que el glifosato entró a la cadena alimentaria y se acumula en los tejidos de los animales, lo que se conoce como bioacumulación", resaltaron los científicos. "La ANH está preocupada. Si el herbicida puede acumularse en animales, puede acumularse en los seres humanos".

    La ANH espera que los resultados del estudio hagan que las agencias reguladoras de alimentos revean sus calificaciones para los mismos en cuanto a la toxicidad del glifosato. "Hay una serie de cosas que el público tiene que tener en cuenta, el gobierno está permitiendo que las compañías no hagan las pruebas adecuadas", dijo Reihm.

    Laura Cohen
    BWN Argentina

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