jueves, 26 de noviembre de 2015

“¡Basta de igualdad! La mujer no puede ser soldado” – dice Capitán de los Marines


“¡Basta de igualdad! La mujer no puede ser soldado” – dice Capitán de los Marines

 

“Una mujer nunca debería ser soldado de infantería”, escribió la Capitán de los Marines Katie Petronio en la revista “Marine Corps Gazette”, según informó la agencia LifeSiteNews. En el artículo titulado “¡Basta de eso! No fuimos creados todos iguales!”, la Capitán defiende que la anatomía femenina no es capaz de resistir a las asperezas de la larga carrera militar que supone operaciones de infantería.
Ella advierte que los Fusileros Navales (Marines) sufrirán “un aumento colosal en el número de mujeres incapacitadas y obligadas a concluir su carrera por causas médicas”. Katie Petronio se basa en la experiencia personal, adquirida en combate. Esta terminó causándole serios daños físicos, a pesar de un promisorio comienzo en la élite de la oficialidad del arma.


La Capitán escribió que “tenía todas las condiciones” para ser una mujer-soldado ideal, cuando comenzó la carrera. “Yo era una estrella en el hockey sobre hielo en el Bowdin College, pequeña escuela de elite en Maine, con un título en Derecho y Administración”.
También obtuvo resultados “de lejos sobre la media en todos los tests físicos de capacidad para mujeres”, aunque no completó todo el entrenamiento previo.
 “Cinco años después, no soy físicamente la mujer que fui una vez, y mis puntos de vista al respecto del éxito de una mujer en una carrera duradera en la infantería cambiaron mucho”, escribió Petronio.
“Puedo decir, basada en mi experiencia personal directa en Irak y en Afganistán, y no sólo en una impresión, que aún no comenzamos a analizar y a comprender las cuestiones específicas de salud del género y los daños físicos en las mujeres causadas por las continuas operaciones de combate”.
Petronio “participó en numerosas operaciones de combate” que a veces duraban semanas, sufriendo stress y falta de sueño.
Sus piernas comenzaron a atrofiarse, perdió movilidad y peso, y dejó de producir estrógenos, desarrollando un síndrome en el ovario que la dejó estéril.
Ela completó su periodo con buenos resultados, pero percibió que le sería imposible soportar el esfuerzo que un hombre es capaz de realizar y pidió su retiro por razones de salud.
Petronio manifestó su preocupación ante la presión de los grupos que impulsan la integración de mujeres en el cuerpo de infantería.
 
“¿Quién está promoviendo esa agenda? Personalmente no veo Marines femeninas, reclutas u oficiales, golpeando las puertas del Congreso, quejándose de que su impotencia para servir en la infantería viola el derecho a la igualdad”, escribe.
Katie dijo que esa presión está siendo aplicada por el “pequeño comité de civiles nombrado por el Secretario de Defensa, denominado Comité Consultivo en Defensa para las Mujeres en Servicio (Defense Advisory Committee on Women in the Service – DACOWITS).
Aunque alguno de ellos tenga experiencia militar, ninguno de sus miembros “están en el servicio activo o tienen cualquier tipo de experiencia reciente en combate o en operaciones, relevantes sobre las realidades que ellos están tratando de modificar”, observó Petronio.