lunes, 27 de abril de 2015

Las huestes del PRI exhibiendo la doble moral de algunos panistas… y la propia también


Las huestes del PRI exhibiendo la doble moral de algunos panistas… y la propia también

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Título: Las huestes del PRI exhibiendo la doble moral de algunos panistas… y la propia también
Autor: Alejandro Villarreal
Vídeo tomado de youtube

Es tiempo de elecciones para jefes delegacionales en el Distrito Federal, México, y los ciudadanos nos vemos bombardeados por las campañas políticas de baja estofa de todos los partidos políticos, todos, sin excepción. Hay uno que me llama especialmente la atención que protagoniza la periodista Eliza Alanís Zurutuza a favor del PRI, en el cual denuncia la doble moral de algunos diputados panistas que fueron sorprendidos en vídeo en una fiesta a la que invitaron prostitutas (si, digo prostitutas, dejémonos de esa mamonería liberaloide que quiere cambiar conceptos y percepciones inventando palabrejas como “sexoservidoras”), y ante lo cual, adorna su cápsula antipartidista con la frase del filósofo agnóstico británico Bertrand Russel: «La humanidad tiene una moral doble: una que predica y no practica, y otra que practica y no predica».
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Nótese que digo antipartidista, y no partidista, porque al parecer, es más redituable exhibir los bajos instintos de algunos miembros del partido rival y no las bondades , fortalezas y cualidades de los hombres de su partido (sí, digo hombres, que como sustantivo en su primera acepción designa a quien pertenece al género humano y que incluye a las mujeres, por lo cual no utilizo la mamonería liberaliode de “hombres y mujeres”), las cuales parecerían estar a la baja, comenzando con las escasas cualidades de su propio candidato presidencial a la República que ganó las elecciones, hoy presidente. Hasta aquí nada que decir, esos panistas bien se merecen esos calificativos y causan vergüenza al pueblo bien nacido. Pero, ¿qué decir de la doble moral y la “prédica que no practica” la izquierda liberal del PRI, y en general la hidra de múltiples cabezas que representa y ha representado esa corriente político-filosófica en la historia de México? Me explico, la Sra. Alanís nos pone en claro que el PAN es el partido de los “mochos machos” que predican “los valores morales más conservadores”, por lo que debemos concluir que la izquierda, los liberales de México, no lo hacen, ni son “mochos” (nótese su desprecio a los católicos) ni promueven ni comparten los valores tradicionales del pueblo mexicano, que es católico, por cierto, y por ello promueven la prostitución, que es legal en el Distrito Federal, el aborto (sí, digo aborto, no esa mamonería liberal de la “interrupción del embarazo”), el matrimonio homosexual (sí, digo unión homosexual, no esa mamonería liberaloide de “matrimonio entre personas del mismo sexo”, aunque bien podría decir sodomonio), entre otras tantas políticas que van por ese mismo camino; sin embargo me resulta paradójico que los diputados de izquierda, o quienes sean de esa corriente, no promuevan públicamente sus fiestas con prostitutas y hasta se cuiden de que nadie los vaya a grabar y exhibir, pero me escandalizaría aún más que, hipotéticamente, esos partidarios de esa corriente jamás hayan hecho una fiesta con prostitutas, ¡eso sí que sería el colmo de no practicar lo que se predica! ¿Acaso no nos dicen estos adalides de los antivalores conservadores y nada mochos (o sea, católicos) que no hay nada de malo con la prostitución, el aborto, el sodomonio, etc.? Si no hay nada malo con todo esto, según sus acciones políticas y discursos, ¿por qué no hemos visto los vídeos de las bacanales con prostitutas de los adalides de la izquierda?, ¿por que los diputados femeninos de la izquierda (¿deberíamos llamarlas “hembras libertinas”, en oposición al “mochos machos”?) no presumen el número de abortos que personalmente se han realizado y han hecho realizar a sus hijas y demás mujeres cercanas?, ¿por qué no hemos visto sus bailes de striptease?, porque sencillamente existe una doble moral, porque saben que el pueblo mexicano católico no comparte sus antivalores, y por ello hasta deben cambiarle el nombre a las cosas y no llamar prostitutas a quienes ellos llaman sexoservidoras, no llamar aborto a lo que ellos llaman interrupción del embarazo, en fin, estos señores actúan promoviendo ciertas políticas y prácticas en las cuales personalmente no desean ser vistos, es el viejo “hágase la ley en los bueyes de mi compadre”, es la clásica filantropía liberal, artificial, lejana, fría, no es personal, ni empática, porque sencillamente si ese día llegara, cuando ellos “practicaran lo que predican”, el pueblo mexicano abriría los ojos asqueado. Tampoco pasa desapercibida la forma tan hipócrita de esta periodista en utilizar a las prostitutas en el discurso de su cápsula política, pues si en verdad creyera que nada malo hay en ello, en la prostitución a la que llaman con el eufemismo “sexoservicio”, el discurso más bien sería decir que los diputados panistas, los “mochos machos” de los supuestos “valores conservadores”, ya están aprendiendo la forma de vida liberal, pero no, la Sra. periodista debe parecer conservadora ante el conservador pueblo de México, de quien requiere su voto, y utiliza a las prostitutas como algo vergonzante, tal como el pueblo mexicano, “mocho” y conservador, lo percibe, ¿no es esto una flagrante e hipócrita exhibición de doble moral también?
La doble moral de los mochos machos del PAN