domingo, 27 de octubre de 2013

LA PRESIDENTA DE LOS KIRCHNERISTAS



La Presidenta desaprovechó el marco plural y democrático que le brindó la inauguración de las sesiones legislativas y reiteró lo que viene haciendo desde que inició su segundo mandato: encerrarse en el relato oficial, autorreferenciado, agresivo y reñido con la tradición republicana. Es la Presidenta de los kirchneristas y no de todos los argentinos.
En su arenga -por momentos arrabalera y salpicada de tonitos de barrabrava- apenas incorporó a la agenda gubernamental algunos temas importantes. Una vaga reforma del Código Civil con tufillo progresista para congraciarse con el electorado que apoyó las uniones homosexuales, ampliar a tres los vuelos semanales a Malvinas saliendo de Buenos Aires, algunos cambios en la Carta Orgánica del Banco Central. El resto fue una extensa perorata caribeña teñida de lugares comunes y parafernalia partidaria.
  Factor intolerante propio del populismo autoritario estuvo dedicado a descalificar a Mauricio Macri con argumentos falsos. Los subtes jamás fueron transferidos a la Ciudad. Por tanto, ¿cómo pueden acusar a la Ciudad de haber devuelto lo que nunca estuvo a su cargo? ¿Quién necesita un asesor letrado? El estado calamitoso en que se encuentra el servicio de subterráneos, la nula predisposición al diálogo de la administración federal, la prepotencia para transferir una verdadera bomba de tiempo luego de la masacre de Once, debería llamara a la reflexión a la Presidenta y a sus funcionarios, antes de deslizar torpezas y difamaciones con el sólo hecho de endulzar los oídos de una militancia cada vez más alejada de la realidad nacional.
Lamentamos que la Presidenta haya utilizado una herramienta republicana (y la Asamblea Legislativa lo es por antonomasia) con fines ajenos a la consolidación de la democracia. No hay democracia con monólogo, con ataques al pensamiento plural, con desconocimiento de los problemas reales de la sociedad. El Gobierno pretende hacernos creer que los docentes que reclaman un salario digno están en contra de "los pibes" y que los pueblos sublevados contra la minería a cielo abierto son terroristas potenciales. Esa es la lógica perversa que repudiamos porque denigra el reclamo de Justicia y coloca a las instituciones y a la ciudadanía ante un verdadero avasallamiento de la libertad y de los derechos humanos.
El kirchnerismo ha puesto a Mauricio Macri a la cabeza de sus enemigos. Lo hace apelando una vez más a la propaganda sucia solventada con recursos estatales. Igual método utilizó durante la campaña porteña de 2011 y fracasó. La totalidad de los medios oficialistas salieron a instalar que Macri devolvió los subtes que nunca administró. Ocultan que se firmó un convenio por sólo 90 días para analizar la transferencia y beneficiar a los usuarios del servicio. Pero el kirchnerismo quiere imponer todo por la fuerza y el que no acepta su arbitrariedad es considerado un enemigo.  Así, la Presidenta y Nilda Garré tuvieron que morderse la lengua una vez más y reconocer que la seguridad de los subtes es responsabilidad de la Nación y enviaron nuevamente a la Policía Federal de donde la habían sacado con el objeto de desgastar a Macri perjudicando a los pasajeros.
Hoy tendríamos que haber emitido una declaración política ponderando a una estadista. Nos equivocamos. En la Casa Rosada ocupa el sillón de Rivadavia una mujer empecinada en dividir a la sociedad entre réprobos y elegidos, que pronuncia largas parrafadas de inconsistencias y que dicta cátedra de lo que desconoce. La sociedad demanda un estadista compenetrado de la realidad, abierto al diálogo y a la pluralidad propositiva. Ese estadista falta en la Casa Rosada pero, por ahora y hasta el 10 de diciembre de 2015.