sábado, 28 de septiembre de 2013

¿FRANCISCO REEMPLAZARA A SAN JOSE?

No creemos que esto le guste al Papa
La Estación inaugurada ayer
Tiempo atrás, alrededor de 2006, cuando se estaba construyendo una ampliación de la Línea A de subterráneos porteños, la cual cumplirá 100 años el próximo Diciembre, se conoció la intención del Gobierno de la Ciudad de denominar "Rivera Indarte" a una de las dos estaciones nuevas, emplazada exactamente al lado del atrio de la Basílica de San José de Flores.
Rivera Indarte es una de las calles cercanas al templo; y esa era la razón para pensar en el nombre de un argentino que en la historia ha tenido el triste papel de acusar falsamente a don Juan Manuel de Rosas, padrino de la construcción del segundo templo de San José de Flores (1835), en su libro Tablas de Sangre, financiado por los enemigos de la Patria.
El Párroco de San José, padre Martín Bustamante, el mismo que luego tuvo la malísima idea de vender las coronas del Santo Patriarca, actuó en esa oportunidad con todo acierto.
Se puso a la cabeza de una iniciativa barrial para peticionar a las autoridades locales que la nueva estación fuera llamada "San José de Flores".


Gestión que, apoyada por algunos legisladores católicos, tuvo éxito; aunque el glorioso nombre del patrono de la Iglesia Universal distingue desde hace muchas décadas a otra estación del metro local en la Línea E, lo cual podría generar confusiones. En rigor ésta última se llama San José, como la calle homónima debajo de la que está construida, pero no sabemos por qué lleva ese nombre - Actualización: según nos hace ver una lectora, el nombre de esta terminal recuerda el Combate de San José, una de las primeras victorias en la guerra por nuestra independencia, acaecido el 25 de Abril de 1811 en la Villa de San José, Banda Oriental, actual República de Uruguay. Se hace mención a este triunfo en la Séptima estrofa del Himno Nacional:
San José, San Lorenzo, Suipacha.
Ambas Piedras, Salta y Tucumán,
la Colonia y las mismas murallas
del tirano en la Banda Oriental,
son letreros eternos que dicen:
aquí el brazo argentino triunfó,
aquí el fiero opresor de la Patria
su cerviz orgullosa dobló.
Pasó el tiempo y por falta de material rodante, aún cuando la obra civil estaba completamente finalizada, se postergó la inauguración de la nueva terminal San José de Flores hasta el día de ayer.
Pero he aquí que al ser "cortadas las cintas", el Jefe de Gobierno Ing. Mauricio Macri anunció que hay un proyecto de ley en la Legislatura Porteña impulsado por el diputado Cristian Ritondo, para que la estación San José de Flores se pase a llamar Papa Francisco. "Ojalá se pueda dar, sería algo más para reconocer a nuestro Papa", afirmó el jefe del PRO y agregó: "Ojalá que algún día pueda volver a usar esta línea A que tanto utilizó en el pasado".
Así quedaría el cartel de la Estación San José de Flores
Nos llena de satisfacción comprobar que Gobierno de una ciudad en que los católicos son la inmensa mayoría, aunque no todos vayan el Domingo a Misa y muchos vivan lamentablemente como paganos, reconozca al Papa con gestos como este.
Pues podría ignorarlo olímpicamente, como creemos que pasaría, por ejemplo, si el Papa fuera uruguayo.
Pero hay cierto sabor amargo en esta propuesta que relegaría el tradicional nombre de San José, tan íntimamente unido al Barrio de Flores desde la creación de la parroquia en 1806, es decir, cuando comenzaba a vislumbrase el pueblo homónimo que más adelante sería incorporado a la Ciudad de Buenos Aires. Es verdad que el Papa vivió a escasas cuadras de este templo y que en su interior descubrió su vocación, pero homenajear a personas en vida, no ha sido tradición ni en la Iglesia ni en nuestro país.
Cuando ese tipo de distinciones campearon por doquier prodigando el halago hasta la náusea, tiempos turbulentos se abatieron sobre los argentinos.
En el hall de la estación San José de Flores hay una estatua del Santo Patriarca. ¿Será también retirada para dar lugar a la imagen de Francisco? Abrimos un paréntesis para meditar sobre el asunto, mientras esperamos los comentarios de nuestros lectores, a quienes pedimos no faltar al respeto debido al Santo Padre, aún cuando se señale algún tipo de desconformidad con su forma de decir o hacer.