domingo, 23 de junio de 2013

LA DECADENCIA EDUCATIVA

 LA DECADENCIA EDUCATIVA

“Por la ignorancia se desciende a la servidumbre; por la educación se asciende a la libertad”.  Diego Luis Córdoba
 “Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es mas que lo que la educación hace de él”.  Kant
 “Abrid escuelas para cerrar prisiones”. Víctor Hugo

         Vamos a razonar como gente madura, por encima de las ideologías y los oportunismos. Para ello debemos abocarnos al tema y buscar realmente la causa de la decadencia educativa que pone en serio riesgo el futuro de la nación, ya que cuando se ataca la educación, la república recibe un golpe funesto.
         Cuando comenzó? La educación siempre ha sido un coto de caza de todos los gobernantes, quienes han induci-do la misma en función de intereses políticos. No vale la pena pasar revista, porque desde la sanción de ley 1420 ha sido así, tanto con gobiernos civiles o militares.
         Al margen de la ideología impuesta había un entorno que no se modificaba, el respeto en la escuela, a la institución, al cuerpo docente; a los símbolos patrios. Respeto que se trasladaba desde nuestros padres, quienes delegaban en la escuela una parte de la educación. Además la exigencia de la escuela pública; al punto que los pocos estableci-mientos privados recibían los repitentes del sector público.
         Esto fue siempre así al margen de los contenidos, la estructura se mantenía intacta. Y aquí ingresa el componente político. La izquierda vernácula, desde la aparición del justicialismo, jamás consiguió adhesión popular; pero cuenta con un aceitado poder de convocatoria; acuden todos los que son.
         Es una característica del stalinismo;  propia desde su aparición cuando copan la asamblea de 1918 en Moscú, luego de la derrota electoral y con mas ruido que gente se quedaron con el poder en Rusia. Aquí ya habían hecho una demostración el 25 de mayo de 1973, cuando se apoderan del triunfo de Cámpora obligando a la libertad de los pre-sos políticos. Son maestros en el arte de usurpar los derechos de la mayoría.
         Convengamos que la última dictadura militar no fue igual para toda la población; quienes no estaban involucrados en el conflicto y no participaban de los movimientos radicalizados no tuvieron ningún problema para desarrollar su actividad personal y laboral. No estamos haciendo un juicio de valor, simplemente relatando los acontecimientos tal cual se dieron. Amplios sectores de la sociedad aprovecharon la plata dulce para viajar al exterior o comprar elec-tro domésticos en las ciudades fronterizas. Internamente, los controles militares eran necesarios para pacificar la republica.
         Esto fue así, les guste oírlo o no. El gobierno militar cae porque pierde una guerra, no supo manejar la economía y la plata dulce le revienta en la cara después de Malvinas con la inflación. El tema de los desaparecidos, que ya se conocía, no estaba en la agenda de los dos partidos mas importantes y menos aún del electorado; al punto tal que la izquierda revolucionaria obtiene menos del 2% de los votos.
         Con la complicidad de Alfonsín, ex abogado de guerrilleros, la línea interna “Franja Morada; de tendencia de izquierda, copan el gobierno y convierten en causa nacional el tema de los desaparecidos. Ello trae aparejado el cues-tionamiento de todo lo realizado durante el proceso militar. Aquí está el error; se debió cuestionar con criterio y sub-sanar las falencias y barbaridades cometidas y no profundizarlas.
         Se incorporó al conflicto a los sectores que no estaban involucrados, sin efectuar un mea culpa del accionar de la izquierda durante el anterior gobierno constitucional. Se va del negro al blanco sin escalas; blandiendo las consignas de la brutal represión; cuando amplios sectores de la población no habían sigo reprimidos.
         Se pasa, según ese criterio de la noche mas oscura al día mas claro; de la represión a la permisividad. La reforma educativa era por contenidos y actualización pedagógica; no había que destruir un sistema que tantos benefi-cios le dio al país.
         Con la excusa de la recuperación de la libertad se dio vía libre a un sistema en el cual el mínimo gesto enérgico o la intención de poner orden era comparado con la dictadura. La libertad era el objetivo, todo se subordinaba a ello; de allí al libertinaje era solo un paso. Ningún padre quiso que su hijo sintiese el mínimo gesto de represión; de esa forma los bailes comenzaban a la hora que antes finalizaban; la droga comenzó a circular por sectores antes inmunes. Esta carga cayó sobre la educación con todas sus consecuencias; docentes que perdieron autoridad, alumnos que año a año fueron degradándose, padres convertidos en jueces de los maestros.
         Veintinueve años mas tarde conocemos los resultados; ya tenemos la primera promoción de docentes que estudiaron en esa escuela en decadencia, que no propugna valores que eran inalterables durante décadas: Sentido de pertenencia local, regional y nacional; unión familiar; respeto y tolerancia.
         Ahora bien, es esto casual; una nueva corriente colectiva? Franklin Delano Roosevelt, trece años presidente de los Estados Unidos, entre 1933 y 1945 tiene una frase esclarecedora: “En política nada ocurre por casualidad. Cada vez que un acontecimiento surge se puede estar seguro que fue previsto para llevarse a cabo de esa manera”.
         La izquierda stalinista siempre ha trabajado para la derecha liberal; esto ha sido así desde 1917. No es ya un se-creto que Karl Marx recibió ayuda de la Banca Rothchild para difundir su manifiesto comunista; Lenín y Trotsky fueron financiados por el Banco Kunh-Loeb and Co de New York, el Banco Speyer and Co de Londres, el Banco Westfaliano de Alemania y los magnates Guggengein y Schief de los Estados Unidos. De esto tuvo conocimiento el servicio secreto norteamericano, según documentación codificada 7-617-6-SR-2.
         Esa mutua colaboración, en nuestro país la hemos visto en la Unión Democrática en 1946, donde la izquierda en su totalidad se alineó tras la fórmula conservadora Tamboríni-Mosca y en 1955 a la Revolución Libertadora le facilita-ron la farsa de la reforma constitucional a cambio de la intervención en los sindicatos. Si hilamos mas fino veremos como la izquierda operó en los ´ 70 creando las condiciones del golpe militar de 1976; o nos olvidamos que la guerrilla se alzó contra un gobierno constitucional. Cuantos desaparecidos tuvo el Partido Comunista?.
         Cualquier manual que hable de cómo hacer la guerra, los viejos y los nuevos; determina que para doblegar una nación hay que trabajar sobre la educación y el idioma. Cuando se somete una nación al final del proceso quedan tres ítems, que van cayendo de este modo; la cultura, porque para manifestarla hace falta un grupo; el idioma, ya que se necesitan dos para hablarlo; la religión, ya que uno se comunica solo con su Dios. La Argentina se encuentra en este último paso. 
         Estos son hechos reales, perfectamente comprobables; quien piense que todo es culpa de una clase dirigente decadente, debe entender que la deuda externa fue impuesta y que a partir de allí se instaló un modelo económico basado en la coerción y el soborno, donde la corrupción era una faceta integrada al mismo.
         Llegamos a la conclusión que el gobierno militar solo se equivocó en la represión; ya que el gobierno radical no revisó la deuda externa (promesa de campaña), la reconoció a pesar de jurisprudencia de países que no lo han hecho al ser contratada por gobiernos de facto; avaló la estatización de la deuda privada (otra promesa de campaña), a pesar de la información en la denuncia de Alejandro Olmos (echaron al juez que llevaba adelante la investigación); dio curso al fallo de El Vaticano sobre el canal de Beagle, viciado de nulidad por excederse en sus consideraciones y tratar el tema del Estrecho de Magallanes que no estaba en la controversia; no anuló la ley de asociaciones financieras que se sancionó por instrucciones de Martínez de Hoz, punto de partida de la patria financiera que, entre muchas cosas po-sibilitó el vaciamiento y el corralito de 2001.
         Profundizaron la desmalvinización comenzada por los militares luego de la guerra; punto de partida del colapso de la educación.
         Nada es casual, todo son decisiones concatenadas de los sicarios y esbirros del poder mundial; aprendices de corderos en el mundo de los lobos que dominan el mundo.
         Esto aún tiene solución; pero se va a dar cuando los argentinos conozcamos bien quien es cada uno; nos demos cuenta que los que queremos un país mejor somos mayoría y actuemos en consecuencia.