jueves, 28 de febrero de 2013

HISTORIA TUCUMANA LA FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DE LA MERCED




                                                                   OPINIÓN

 
Todos sabemos que la Virgen María es una sola pero se la conoce bajo distintas advocaciones, en distintos lugares y tiempos. ¿Qué es una advocación?, es un título que se le da a ciertos imágenes sa­gradas para distinguirlas entre sí. Los textos que van a leer a continua­ción, por cuestiones de espacios, son apre­tadas síntesis de otros, que sí fueron apro­badas por la Iglesia. Dejamos todo en ma­nos de María Santísima y pedimos al Se­ñor que nos ilumine para no equivocar­nos y le rogamos indulgencia por tanta osadía. También nos sometemos en to­do al juicio de la Iglesia Católica. La historia nos cuenta que el General Belgrano durante la batalla de Tucumán, el 24 de septiembre de 1812, en plena gue­rra por la independencia, puso toda su confianza en Dios y en nuestra Señora de la Mercedes, a quién adopta como Patrona del Ejército. Esa mañana de ese día que se libró el combate, el General estu­vo orando largo rato ante el altar de la Vir­gen. Después de la victoria, en el parte de guerra que transmite al gobierno, escri­be textualmente: "La Patria puede glo­riarse de la victoria que han obtenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nues­tra Señora de la Merced, bajo cuya pro­tección nos pusimos". El General profundamente conmovido por el triunfo, nombra a la Virgen de las Mercedes como Generala del Ejército. Las religiosas de Buenos Aires al enterarse de esto remitieron a Belgrano cuatro mil escapularios de la Merced para que dis­tribuya entre los soldados y en la próxima batalla, la de Salta, son divisas de gue­rra. A partir de estos hechos, esta advo­cación mariana adquiere una solemnidad particular en los principales santuarios de la cristiandad
En el año 1912, al cumplirse el Cente­nario de la Batalla de Tucumán, la ima­gen de nuestra Señora de las Mercedes de Tucumán, fue coronada solemne­mente en nombre del Papa San Pío X. En varias ciudades del país, y en especial en nuestra ciudad de Mercedes (Corrientes) se venera a Nuestra Señora de la Merce­des con la intención de asegurarnos en perpetuidad su amparo y devoción.
En cuanto al origen de la festividad, en época en que los árabes dominaban Es­paña, muchos cristianos padecieron la es­clavitud y vieron en peligro la fidelidad de su fe y comenzaron a dudar, allí aparece un laico llamado Pedro Nolasco (1182-1256) quien al ver tantos cristianos redu­cidos a esclavos por defender a Cristo, tra­ta de conseguirles la libertad, ¿de qué ma­nera? Pagando con su propio dinero el rescate de muchos de ellos. Pero eran tan­tos los cristianos reducidos a la esclavitud, que él intento supera las posibilidades. Es allí donde se retira a la vida contemplati­va, se dedica a orar y ayudar al prójimo. En la noche del 1 al 2 de agosto de 1218 se le aparece la Virgen y le manifiesta que el camino no es retirarse, sino el de fun­dar una Orden que tomara como carisma especial la tarea de liberar a los pre­sos cristianos.
Y así Pedro Nolasco y sus primeros com­pañeros visten el hábito y dan por fun­dada la Orden de los Mercedarios. La Orden se definía como: “Orden de la Mer­ced para la redención de los cautivos”. La palabra Merced o Mercedes en el caste­llano del siglo XIII significa misericordia. Con el tiempo este término pasa a ser nombre propio y quedo Nuestra Señora de las Mercedes.
El sentido teológico de la fiesta está dada por la oración de la misa, liturgia de las horas: se pide que lleguen a gozar de la verdadera libertad de los hijos de Dios, to­dos aquellos que padecen cualquier forma de esclavitud o prisión. Por eso en nuestra ciudad todos los 24 de septiem­bre, la procesión se detiene frente a la co­misaría local y se liberan presos. Por su­puesto que esto es un sentido simbólico, porque la verdadera liberación y libertad cristiana está en el Documento de la Con­gregación de la Doctrina de la fe, donde nos muestra a María que junto a su hijo, “es la imagen perfecta de la libertad y de la liberación de la humanidad y del Cosmos”.
DR. JORGE B. LOBO ARAGÓN
jorgeloboaragon@gmail.com
jorgeloboaragon@hotmail.com