viernes, 23 de noviembre de 2012

HOMBRE DE MUCHA SUERTE


Es indudable que el Sr. Horacio Verbitsky es un tipo de suerte.
Como todos sabemos, es de público conocimiento que Verbitsky formó parte, allá por los 70 de la agrupación terrorista Montoneros, y ya el hecho de haber sobrevivido o el de no haber desaparecido, significa que tiene una “increíble suerte” para salvarse.
Cuando en 1968 Rodolfo Walsh dirigía el diario de la CGT de los Argentinos, Verbitsky era Secretario de Redacción. Rodolfo Walsh murió asesinado porque cobardemente “alguien” lo entrego.
En ese momento y lugar era a Verbitsky a quien le entregaron información centenares de obreros, luchadores sociales, estudiantiles, etc. Muchos de quienes le entregaron información, hoy son NN. Sin embargo, Verbitsky, gracias a su “increíble suerte” sobrevivió.
Asimismo, en 1970 Verbitsky trabajó en La Opinión con Jacobo Timerman. A Don Jacobo lo torturaron y casi desaparece. Otra vez, casualmente y gracias a su “increíble suerte” Verbitsky ni siquiera fue detenido.
Luego, en 1973, Verbitsky trabajaba en Noticias con Francisco “Paco” Urondo. A Urondo lo mataron en Mendoza. Otra vez, a Verbitsky lo acompañó su “increíble suerte”, ya que a él ni siquiera le tocaron el timbre.
Es tan “increíble suerte” la de Verbitsky, que si tenemos en cuenta que hasta el más tonto de los servicios, aquellos que los mandan a espiar y tocan el timbre, sabían de su actividad periodística en la CGT de los Argentinos en 1968 y en los otros diarios, no sólo jamás tuvo un problema en los 70, sino que además, trabajó para los militares del proceso.
Ya, en 1978, en plena represión, Verbitsky trabajaba tranquilamente en el libro El Poder Aéreo de los Argentinos. El libro se encuentra en la biblioteca del Círculo de Aeronáutica y Verbitsky es mencionado en la primera página del prólogo.
Durante estos años, la “increíble suerte” lo ayudó para conseguir un buen trabajo, lejos del peligro de aquella época y bien remunerado, la prueba está que Verbitsky nunca fue molestado por los militares. ¿Cómo hizo para salvarse mientras sus compañeros morían?
De todas maneras, Horacio Verbitsky no fue el único que se salvó, otros que trabajaron con él y también tuvieron una “increíble suerte”, y se salvaron, fueron: -Miguel Bonasso, refugiado en Méjico primero, y luego en Londres, y -Mario Firmenich, refugiado en España quien vive de lo recaudado de los millonarios rescates a quienes secuestraban los montoneros. Pero la “increíble suerte” de Verbitsky, Bonasso y Firmenich, que hoy, además de gozar de libertad luego de ser juzgados por la Justicia, y ser beneficiados por el indulto presidencial de Carlos Menem parece haberse multiplicado, ya que muchos otros que también fueron juzgados por la Justicia, y beneficiados por el indulto forman parte del gobierno.
Artículo firmado por Pablo Dócimo en Tribuna de Periodistas.