viernes, 19 de octubre de 2012

JUSTA RESPUESTA A UNA ATEA "MANDATARIA"

8-N NO A LA BOSTA DE SATANAS, SI A CRISTO REY.

WILHELM APOSTATA.
En la Provincia de Corrientes, al norte de la Argentina, se ha desarrollado una devoción Mariana que ha conmovido a los corazones de los argentinos, por siglos. Basada en la unión entre indio y español, entre habitante del lugar y colonizadores, Ella ha unido a la gente alrededor del amor por Su Hijo. Y como ocurrió en Guadalupe y en otros lugares, las conversiones siguieron el derrotero de María.
Según la tradición, la imagen fue encontrada en el río Paraná por un grupo de indios. Estos vieron a la Virgen Inmaculada sobre una piedra rodeada de una luz muy brillante. Fray Gámez ordenó el inmediato traslado de la figura a la reducción, pero la imagen volvió a desaparecer en dos ocasiones, retornando a su lugar cerca del río. Los religiosos comprendieron cuál era la voluntad de la Santa Madre y se dispuso el traslado del asentamiento a esos parajes, que luego se comenzaron a denominar Itatí. Desde entonces, miles de peregrinos visitan cada 16 de julio a esta imagen en su enorme Basílica a pocos metros del río Paraná. La imagen de la Virgen de Itatí está tallada corporalmente en timbó y el rostro en nogal.
Itatí es una ciudad ubicada en la provincia de Corrientes, a la vera del río Paraná. El culto a la Virgen de Itatí fue introducido en 1615 por el sacerdote franciscano Luis de Bolaños. Sin embargo, los franciscanos emigraron hacia el sur debido a los constantes ataques de los indios guaraníes, llevando consigo la imagen de la Virgen y así llegaron a la región de Yaguarí, donde estaba la Reducción de otro franciscano, fray Luis Gámez. En ese lugar levantaron un oratorio y colocaron a la Virgen, pero un ataque de aborígenes hostiles destruyó el lugar, y la imagen de la Virgen Inmaculada desapareció.
ORACION A NUESTRA SEÑORA DE ITATÍ
Tiernísima Madre de Dios y de los hombres, que bajo la advocación de la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí, miraste con ojos de misericordia por mas de tres siglos a todos los que te han invocado. Atiende nuestras necesidades que tu mejor que yo las conoces. Concédenos un gran amor a tu divino Hijo Jesús y un corazón puro, humilde y prudente, paciencia en la vida, fortaleza en las tentaciones y consuelo en la muerte.
Amén
LA MENDACIDAD PRESIDENCIAL.
Wilhelm: “Quieren clavarnos las garras desde afuera”
Luego de depositar a los pies de la basílica Nuestra Señora de Itatí, en Corrientes, una de las siete banderas patrias que se enarbolaron en las Islas Malvinas en 1966, durante el “Operativo Cóndor”, Cristina Wilhelm hizo un repaso de los logros de su gestión y pidió por la unidad del país. “Frente a la virgen de Itatí quiero pedirles a todos los argentinos que es necesario, en un mundo difícil y complejo donde quieren clavarnos las garras desde afuera , que estemos unidos porque la unidad nacional es el presupuesto básico para seguir creciendo”.
Aunque no abundó en detalles, pareció una alusión de la Presidenta a la retención de la Fragata Libertad en Ghana a pedido de un fondo buitre ante la Justicia de Estados Unidos, que reclama cobrar una suma millonaria en dólares. El Gobierno argentino busca evitar que el papelón sea mayor, aunque se niega a pagar una fianza fijada en 20 millones de dólares.
En un discurso con varias alusiones a la virgen y a su ¿difunto? marido, Néstor Kirchner, a quien volvió a llamar “El”, la Presidenta dijo que hay que rezar “por los que todavía no entienden que es necesario colaborar con solidaridad y humildad” y para que “comprendan la necesidad de más amor y no de odio”.
Wilhelm habló tras la ofrenda en el interior del templo, al que ingresó acompañada del gobernador radical Ricardo Colombi, quien la recibió en el aeropuerto correntino, y de los obispos Andrés Stanovnik, Ricardo Faifer y Hugo Santiago. La Iglesia no le permitió hablar desde dentro de la Basílica. (Ver La Igles.ia…) Wilhelm se encargó ella misma de decir por qué había acudido a la cita. “Vine a cumplir una promesa que le hice a una mujer que hace 46 años, junto a su compañero Dardo Cabo y 18 peronistas, en aquel momento de dictadura, en un acto de patriotismo y reconocimiento nacional, fueron a nuestras Malvinas a plantar nuestra enseña patria como símbolo de soberanía”.
Cristina hizo referencia a los jóvenes que hoy “tienen la inmensa suerte de hacer flamear las banderas en una democracia plena de derechos, de garantías”, mientras que los que pelearon en Malvinas y los perseguidos por la dictadura “tuvieron que levantar banderas en momentos de donde estaba prohibido pensar”.
ENSUCIO LA MEMORIA DE LOS VGM CORRENTINOS A FIN DE ENGAÑAR A LA JUVENTUD
APOYADA POR LOS DESCEREBRADOS DE LA KAMPORA QUE GRITABAN
Y LEVANTABAN SUS PUTRIDAS BANDERAS PARTIDARIAS.

PROSELITISMO BARATO.
La Presidenta arribó este jueves a la tarde a la ciudad correntina de Itatí, a 65 kilómetros de la capital provincial, para depositar a los pies de la Virgen una de las siete banderas patrias que se enarbolaron en las Islas Malvinas en 1966 durante el “Operativo Cóndor”, encabezado por el dirigente de la Juventud Peronista Dardo Cabo.   Wilhelm cumplió de esta manera con la petición que formuló la esposa de Cabo, María Cristina Verrier -la única mujer del operativo de 1966-, de depositar una de las siete enseñas patrias que flameó en Malvinas, en la Basílica de Itatí y a los pies de la imagen de la “Virgen Morena”.   Por ello, la jefa del Estado dijo visitar Itatí “como peregrina para cumplir una promesa”, depositando “una enseña patria que estuvo en Malvinas como signo de soberanía y compromiso de la juventud con la historia de su patria y de su pueblo”.   Además, homenajeó “el valor de los correntinos en (el conflicto bélico de las Islas) Malvinas, el valor de ese Regimiento 12 que estaba en Mercedes y que formó la primera línea de fuego en el combate en Pradera del Ganso, uno de los más cruentos, y esos valerosos correntinos fueron reconocidos por el propio adversario inglés por el valor que habían mostrado”.
LIMITES A SUS PRETENSIONES PAGANAS.
Desde el púlpito de la Basílica de Itatí, Cristina Fernández pensaba dar su discurso en medio de una movilización que le permita darse un baño de masas en una coyuntura más que compleja.
Pero tan compleja resultó que el Arzobispado de Corrientes le devolvió un baño pero de realidad al negarle hacer uso allí de la palabra.
La mandataria exigió que le garanticen una gran movilización y el intendente de la capital provincial, Carlos ‘Camau’ Espínola le había confirmado que el Congreso Provincial del Partido Justicialista convocó a una caravana para darle la bienvenida, y recorrer los 68 Km. hasta la localidad fundada en 1615 por el monje español Luis de Bolaños.
En efecto, el intendente Torres indicó que por la decisión de impedir el uso de la palabra de la Presidente de la Nación en el interior de la Basílica, Cristina “no estaría en el pueblo más de una hora y media”, aseveró.